Roberto Micheletti, dijo que Zelaya pretendió salir del país con "mentiras" y "quisieron sorprender" a la nación
El derrocado presidente Manuel Zelaya denunció que el gobierno de facto quería que «renunciara» a su cargo para recibir el salvoconducto de salida del país, cosa que rechazó la noche del miércoles pasado.
Asimismo, Zelaya advirtió este jueves de que puede quedarse hasta «10 años» en la embajada brasileña, donde se encuentra alojado desde el pasado 21 de septiembre, con lo cual endureció su posición de que está dispuesto a salir del país no como asilado político, sino con su rango de «presidente constitucional».
En declaraciones dadas a radio Globo, cercana al mandatario, Zelaya dijo que su intención era reunirse con el ganador de los pasados comicios presidenciales, Porfirio Lobo Sosa, en la República Dominicana, donde abordarían la salida a la crisis política.
Zelaya dijo que recibió una invitación del presidente dominicano Leonel Fernández para la reunión en Santo Domingo, algo que fue confirmado por Lobo Sosa.
El derrocado mandatario indicó que en las negociaciones intervino el embajador estadounidense en Tegucigalpa, Hugo Llorens, y de ahí salió la idea que partiera a México y luego trasladarse a República Dominicana.
Por su lado el presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, dijo que Zelaya pretendió salir del país con «mentiras» y «quisieron sorprender» a la nación.
El gobernante de facto intervino, en las afueras de Tegucigalpa, en una ceremonia militar de ascenso de un grupo de generales que apoyaron el golpe. En ella, el mandatario de facto, dijo que el mundo «debe respetar a Honduras», y los militares lo aplaudieron.
En referencia al golpe de Estado del pasado 28 de junio, cuando comandos militares encapuchados arrestaron a Zelaya y luego lo expulsaron a Costa Rica, Micheletti dijo que «rescatamos a nuestro país del autoritarismo y la anarquía social y lo hicimos acompañados de la voluntad y el apoyo del pueblo».