El niño fue hospitalizado el domingo con un fuerte dolor de estómago y vómitos. Los médicos le hicieron radiografías y descubrieron que dentro del cuerpo el menor tenía 50 agujas
El padrastro del niño de dos años que ha sido hospitalizado en estado grave con 50 agujas dentro de su cuerpo, ha confesado que fue él quien clavó las agujas al pequeño durante un ritual de magia negra para vengarse de su esposa, según informaciones de la policía.
«El padrastro admitió haber insertado las agujas en el cuerpo del niño», dijo Helder Santana Fernandes, Comisario de Ibotirama, un pequeño pueblo en el Estado de Bahía, al noreste.
«Lo hizo por vengarse de su esposa. Su amante le hizo usar al niño en un ritual macabro», agregó el funcionario poco después de la detención del hombre, identificado como Roberto Carlos Magalhaes.
El niño fue hospitalizado el domingo con un fuerte dolor de estómago y vómitos. Los médicos le hicieron radiografías y descubrieron que dentro del cuerpo el menor tenía 50 agujas.
En un primer momento se pensó que las había ingerido pero más tarde lo descartaron, pues los metales estaban en todo su cuerpo: en su cuello, el pecho, el estómago, el hígado, las piernas, e incluso atravesando uno de sus pulmones.
«Su condición es grave, pero estable. Una de las agujas le ha perforado el pulmón y eso hace que esté muy débil. Le han puesto un drenaje y el tubo de alimentación», dijo Bessa Kelly, portavoz de la hospital de Barreiras, a unos 900 km de Salvador de Bahía, donde fue internado el niño.
Conclusiones
«Los doctores dicen que el chico no podía tragar las agujas de coser, y que si lo hubiera hecho, estarían alojadas solamente en el trayecto gastrointestinal.
Mientras tanto, evalúan el estado físico del paciente para realizar una posible operación y retirar las agujas que están cerca de órganos vitales. Pero puede ser muy peligroso», dijo Kelly.
El Comisario encargado de la investigación, Helder Fernandes Santana, también declaró a la prensa que «están seguros» de que las agujas fueron introducidas intencionadamente por alguien.
La madre del niño lo sospechaba
La madre del niño, María Santos Souza, un ama de casa de 38 años, sospechaba que su hijo «podría ser una víctima de la magia negra».
La mujer, que vive con sus seis hijos, su madre y su nuevo marido, con quien se casó hace seis meses; dijo que había encontrado una botella de cachaça (aguardiente de caña de azúcar) y otros objetos utilizados para este tipo de rituales.