"Cuando la Justicia falla algo que no les gusta, es un mal juez", dijo ayer Néstor Kirchner
En un fallo que, por lo anunciado, no sorprendió, el juez federal Norberto Oyarbide sobreseyó a Cristina y Néstor Kirchner en la causa que investiga el presunto enriquecimiento ilícito de ambos durante 2008, año en el que su patrimonio declarado se multiplicó como nunca, hasta aumentar 28 millones de pesos.
Fuentes del juzgado dijeron que el fallo se basó en un «exhaustivo» estudio del Cuerpo de Peritos Contadores de la Corte Suprema, que analizó la justificación del incremento patrimonial de los Kirchner y concluyó que no había delitos que imputarles a la Presidenta ni a su marido.
«Cuando la Justicia falla algo que no les gusta, es un mal juez», dijo ayer Néstor Kirchner durante un acto organizado por la agrupación La Cámpora. Horas antes, la oposición había anunciado que iba a pedir el juicio político de Oyarbide.
El sobreseimiento que se conoció ayer no tiene carácter de definitivo. El fiscal federal Eduardo Taiano puede apelarlo y abrir una instancia de revisión ante la Cámara Federal (en su fiscalía relataron ayer que lo estaba analizando). Si él no lo hace, la posibilidad de apelar la tendría la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA). Ambos están notificados ya del fallo de Oyarbide.
El informe del Cuerpo de Peritos contadores de la Corte, firmado por Alfredo Peralta, llegó al juzgado a fines de la semana pasada. Con este peritaje en su poder, el juez terminó de redactar su resolución el viernes, según relató una fuente con acceso a la causa.
Este expediente se inició por una denuncia del abogado Ricardo Monner Sans sobre la base de una publicación de LA NACION y se tramitó con una celeridad poco habitual para un caso por presunto enriquecimiento ilícito. En menos de un año estaba cerrado.
Desde hace semanas circulaba en Tribunales la versión de que Oyarbide firmaría el sobreseimiento antes de fin de año. «Esas eran versiones periodísticas. Yo hice lo que tenía que hacer», dijo el juez ayer por la mañana. El magistrado y quienes trabajan con él manejaron siempre el caso con un gran hermetismo, que no rompieron ayer, cuando los detalles del fallo se mantenían aún reservados.
«Sabíamos que esto iba a pasar, por eso nos presentamos y pedimos ampliar la investigación», dijo a LA NACION el diputado de la Coalición Cívica Juan Carlos Morán. Junto con su par Adrián Pérez, firmó un escrito que solicitaba nuevas medidas y pruebas. «Están pidiendo investigar al hijo de los Kirchner y a allegados. El tema no está cerrado», dijo una fuente judicial.
La causa de Oyarbide investiga sólo un período, el correspondiente al primer año de Cristina Kirchner como presidenta y de Néstor Kirchner como ex presidente.
En esa etapa, el patrimonio neto de ambos pasó de $ 17.824.941 a $ 46.036.711. En sus declaraciones juradas, ellos explicaron que el incremento se debió a un aumento de lo que percibieron por el cobro de alquileres, a la venta de inmuebles a precios muy superiores a los de adquisición y a los intereses por sus depósitos bancarios. Uno de los mejores negocios que declararon los Kirchner fue la venta de un terreno fiscal en El Calafate que habían comprado en 2006 a $ 132.079 y que vendieron dos años después a $ 6.300.000. Sólo con esta operación ganaron más de seis millones de pesos.
El enriquecimiento fue una constante para ellos: los bienes del matrimonio no dejaron de aumentar nunca desde que los Kirchner llegaron a la Casa Rosada. El patrimonio que reconocían en 2003, que era de $ 6.851.810, se multiplicó casi por seis.
Las declaraciones juradas de la Presidenta y su marido están firmadas por Víctor Manzanares. Este contador, que tiene sus oficinas en Río Gallegos, visitó a Oyarbide el mes pasado para defender ante él la legalidad del patrimonio de sus clientes. En esa reunión, de unos pocos minutos, el magistrado le recomendó a Manzanares que pusiera por escrito sus explicaciones y lo autorizó a que actuara como perito de parte.
La tercera causa
Esta es la tercera causa por presunto enriquecimiento ilícito abierta contra los Kirchner. La primera abarcó el período 1995-2004 y fue cerrada en 2005 por el juez Julián Ercolini. Por esta etapa, el matrimonio presidencial ya no podrá volver a ser investigado. La segunda analizó la variación patrimonial entre 2005 y 2007, y fue archivada en 2008 por el juez Rodolfo Canicoba Corral.
En ambos expedientes el fiscal era Taiano, el mismo que hoy tiene la causa de Oyarbide. En ninguno de los dos casos se opuso al cierre de las investigaciones, y en el de Canicoba, incluso, fue él quien pidió que se desestimara la denuncia por inexistencia de delito. Entonces, la FIA, con Manuel Garrido a la cabeza, apeló, y si bien la Cámara no revocó lo resuelto dijo que el archivo no era definitivo y que si aparecen nuevas pruebas, el expediente puede reabrirse.
Si el sobreseimiento de Oyarbide se confirma, esa causa de Canicoba, que hoy está apilada y junta polvo, podría convertirse en la única herramienta para investigar el patrimonio de los Kirchner.
El caso
La denuncia .- Esta causa se inició por una denuncia del abogado Ricardo Monner Sans basada en una nota de La Nacion, que informó que los Kirchner habían declarado un incremento patrimonial de $ 28 millones en un año.
Primera alerta .- Norberto Oyarbide dio intervención en este caso a la Oficina Anticorrupción, que aunque depende del Poder Ejecutivo presentó un informe que decía que los números no cerraban.
El peritaje .- El 29 de octubre pasado, el juez pidió un peritaje contable a un perito de la Corte. Según fuentes judiciales, ese informe se presentó la semana pasada y sostuvo que no había delito que imputarle al matrimonio.