"Un alma más para mí...y no crean que es la primera alma que me como; sólo que de las otras nadie se ha enterado", dijo el victimario en el momento del crimen
Mauricio Reyna Mulena, conocido como el «caníbal de Alvear», mató a su víctima de 29 puñaladas y se comió el trozo de piel en donde tenía un tatuaje. Un argentino conocido como el «caníbal de Alvear» fue hallado culpable de homicidio agravado con alevosía porque además de matar a su víctima se comió un trozo de piel donde tenía un tatuaje, informó el diario Los Andes.
Mauricio Reyna Mulena fue condenado a cadena perpetua por el homicidio de Luciano Redemí, de 24 años, a quien asestó 29 puñaladas.
«Un alma más para mí…y no crean que es la primera alma que me como; sólo que de las otras nadie se ha enterado», dijo el victimario en el momento del crimen, según uno de los testigos del homicidio.
El hecho ocurrió el 7 de mayo de 2006, en la localidad mendocina de Alvear (oeste), cuando el condenado, la víctima y otras tres personas ingresaron sin permiso a una ex bodega con la intención de tomar vino en unas piletas industriales subterráneas y sustraer unas herramientas. Las otras tres personas fueron condenadas a penas menores al ser consideradas cómplices.