Correa, quien hace unos días aseguró que no cedería ante las presiones de los indígenas parece haber dado marcha atrás con estas declaraciones a su declaración inicial
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, pidió a los asambleístas de su grupo político, Alianza País, que tiene mayoría en el Parlamento, que archiven un polémico proyecto de ley para regular el uso del agua.
«Les hago una propuesta: voten la ley mañana (este viernes) y rechácenla y archívenla. Yo voy a pedir a mis asambleístas que mañana archiven la ley y nos ahorramos ese problema», afirmó Correa, según recogieron los medios locales.
Según esas declaraciones, la denominada ley de aguas, que ha provocado fuertes movilizaciones de los grupos indígenas del país, «no es prioritaria» para su gobierno.
Correa, quien hace unos días aseguró que no cedería ante las presiones de los indígenas parece haber dado marcha atrás con estas declaraciones a su declaración inicial.
Rechazo argumentos de los indígenas
No obstante, el presidente criticó la postura de los grupos que han puesto una fuerte presión para evitar la aprobación de la norma.
«A punta de palo y piedra quieren imponer los criterios de una absoluta minoría y eso no se puede aceptar», afirmó el mandatario en alusión a los bloqueos que organizó la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) en rechazo a la propuesta de ley.
La Conaie y otros grupos indígenas salieron a las calles al considerar que la Ley impulsada por el Ejecutivo permitía la privatización del agua y conculcaba ciertos derechos ancestrales al uso y distribución comunitaria.
El corresponsal de la BBC en Ecuador, Paul Mena, señaló que los indígenas demandaban mayor poder de decisión en el manejo de las políticas hídricas públicas.BBCMUNDO.
Tras esas protestas, la Asamblea Nacional legislativa suspendió la votación del proyecto de Ley de Aguas por varios meses para dar paso a una consulta a las comunidades indígenas que se sintiesen afectadas por esa norma.