Los hombres y mujeres que construyen la riqueza material de este mundo cada vez más dañado, necesitan volver a su semilla, vivir, disfrutar y amar cada minuto de paz en esta tierra
Estas son palabras surgidas de la emoción, calladas por prudencia ante la alegría de un momento que aún hoy siento vivo dentro de mí.
El pasado encuentro de Visión y V Seminario de Comunicación y Turismo, celebrado en La Habana hicieron posible mi primer encuentro con un querido y respetado amigo a quien no he dejado de escribirle durante casi dos años. La empatía y apoyo mutuo nos han alimentado, Julio César Debali Infante ha significado para mí un paradigma profesional y humano.
Hoy luego de haber compartido aquellas horas inolvidables con él y los demás visionarios presentes en «La Corona » del Meliá Cohíba, deseo llegue a ustedes este mensaje de profundo orgullo y respeto.
Visión es un proyecto que destaca en el mundo del turismo por su enfoque humanista. Su preocupación sobre los difíciles problemas que enfrenta hoy el mundo no reside directamente en la crisis económica sino que profundiza en los aspectos de la resultante crisis social.
Ante Visión el turista aparece en su condición puramente humana, su principal aporte a la industria del turismo no es solo financiero sino pacificador, donde el intercambio sociocultural y la responsabilidad medioambiental son asumidos desde el hombre y para el hombre.
Estos temas de reflexión profesional provocaron en mí una gran satisfacción, e hicieron más profunda mi fidelidad a esta organización.
Yo, que hasta hoy he sido sólo una espectadora más, les aliento a seguir desarrollando ese espíritu humanista, el mundo necesita de la Paz, el turismo necesita de Visión.
Los profesionales de la comunicación social que como yo buscan su espacio ideal (éticamente), en este mundo hecho y deshecho para globalizar lo nocivo, necesitamos su ejemplo.
Los hombres y mujeres que construyen la riqueza material de este mundo cada vez más dañado, necesitan volver a su semilla, vivir, disfrutar y amar cada minuto de paz en esta tierra descubriendo y redescubriendo otras vidas, otras costumbres, otros lugares que aunque ajenos también les pertenecen por naturaleza.
El futuro, no me cabe duda alguna, es de éxito. Quiero para ese momento lograr mi propósito de compartirlo junto a ustedes.
Los apoya y quiere entrañablemente. Su amiga, Klenia.
Camaguey, Cuba. 10 de mayo de 2010
