Los manifestantes exigieron al Gobierno federal que intervenga para que no entre en vigor el 29 de julio la mencionada ley
Más de 50 mil personas salieron de nuevo a las calles de Phoenix para protestar contra la ley de inmigración SB1070 aprobada por Arizona y que las organizaciones de inmigrantes consideran racista.
Los manifestantes exigieron al Gobierno federal que intervenga para que no entre en vigor el 29 de julio la mencionada ley.
Los manifestantes, muchos llegados desde otros estados norteamericanos, trajeron su propia comida y agua para no comprar nada en Phoenix como gesto de boicot a la nueva ley.
Grupos de defensa de los derechos civiles y de trabajadores de todo el país se sumaron a la protesta contra una ley que obliga a los policías locales y estatales a investigar los posibles casos de inmigrantes irregulares.
Mientras activistas derechistas lanzaron su campaña «Compra Arizona ya» para boicotear el boicot.
«Es para gastar nuestro dinero en Arizona y para oponernos a estos boicots que no son más que un ataque violento contra los propietarios de negocios. Los dueños de comercios no han hecho nada malo y son quienes están siendo atacados», explicó el activista Tony Katz, en declaraciones a la cadena ABC.