Al menos 50 personas han muerto por las inundaciones causadas por las fuertes lluvias que desde la semana pasada caen en los estados brasileños de Alagoas y Pernambuco, según el último balance ofrecido este jueves por las autoridades brasileñas.
Este balance sostiene también que el número de desaparecidos en Alagoas es de 56 frente a los más de 1.000 de los que habló el pasado martes el gobernador del estado, Teotonio Vilela, informa el diario local ‘O Globo’.
Defensa Civil de Alagoas explica esta disparidad de cifras en que en los primeros momentos numerosas personan llamaron a los servicios de rescate denunciando la desaparición de familiares, pero que con el paso de los días se ha ido normalizando la situación y muchas de las personas que se creía perdidas se han podido reunir con sus familiares.
En Alagoas, el estado más afectado por las inundaciones, la cifra de muertos es de 29 personas –aunque las autoridades esperan que suba– y hay más de 80.000 personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares. En Pernambuco las autoridades confirmaron la muerte de 17 personas, mientras que hay más de 53.000 desplazados, según la Coordinadora de Emergencias estatal.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sobrevoló en avión este jueves las regiones afectadas y se comprometió a reducir al máximo los trámites burocráticos para que la ayuda llegue a los afectados los más rápido posible. El presidente anunció también la creación de una oficina especial para la gestión de esta crisis en la capital del país, Brasilia.
Por su parte, las autoridades han enviado a la zona al Ejército para que ayude a distribuir la ayuda a los afectados y colabore con los cuerpos de policía locales para evitar los saqueos. Sólo en Alagoas ya han sido detenidas más de 50 personas por esta causa.
Por otro lado, la población denuncia que hay comerciantes que están aprovechándose de la catástrofe vendiendo productos de primera necesidad por precios abusivos. Así, en algunas zonas afectadas un galón de agua (3,7 litros) puede llegar a costar 15 reales brasileños (casi siete euros) mientras que una simple vela puede tener un precio de cinco reales (más de dos euros).