Las autoridades haitianas están adoptando las medidas preventivas necesarias para afrontar la nueva temporada de huracanes y tormentas tropicales, en un año particularmente peligroso, dado el millón y medio de desplazados que aún viven en tiendas de campaña y refugios tras el terremoto del pasado 12 de enero.
Según el portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Jean-Philippe Chauzy, el país caribeño se prepara este año «para lo peor», repartiendo materiales para la construcción de refugios de emergencia para unas 25.000 familias.
Según esta agencia de la ONU, en septiembre se espera aumentar la capacidad de respuesta hasta cubrir las necesidades de 130.000 familias.
También se ha puesto en marcha un sistema de alerta temprana que, mediante mensajes de texto telefónicos entre los administradores de los campamentos, permitirá avisar a los residentes en caso de necesidad de evacuación.
Según recuerda la ONU, Haití está situado en el centro del corredor de huracanes que comienzan a formarse en el océano Atlántico a partir del verano boreal.