El ministro de Minería de Chile, Laurence Golborne, informó este domingo de que las tareas de rescate de los 33 mineros que continúan atrapados en una mina del norte del país podrían durar «varios días», e incluso una semana.
«Estamos haciendo a lo menos de seis sondajes (perforaciones de pequeño diámetro y gran longitud que se efectúan para alcanzar zonas inaccesibles) para llegar al punto donde se presume que podrían haber buscado refugio los trabajadores de esta mina. Esta es una tarea que podría tomar varios días (…) probablemente una semana», afirmó Golborne.
El titular chileno de Minería agregó que las máquinas «avanzan entre 50 y 100 metros por día (…) Vamos a tirar al menos seis sondajes para que la posibilidad de éxito se multiplique, llegando con un sondaje y encontrando a los compañeros vivos se les podrá alimentar, dar comunicación y esperanza».
Golborne afirmó que por otro lado se están haciendo excavaciones para llegar directamente a la zona donde se sospecha están los mineros. «Esa es una tarea que toma varias semanas, estamos hablando de construir un túnel de varios cientos de metros».
Pese a que aún se desconoce si los 33 trabajadores de la mina de oro y cobre de la localidad de San Luis, que quedaron atrapados el pasado jueves por la noche hora local, los equipos de rescate se muestran optimistas de que puedan seguir vivos.
Esto se debe a que el accidente que provocó un derrumbe interno en la mina se produjo en el sector sur de la explotación, mientras que los trabajadores se hayaban en ese momento en el sector norte, según declaró Luis Salazar, jefe de las operaciones de rescate, al periódico local ‘La Tercera’.
Los efectivos están trabajando al máximo de sus posibilidades en el yacimiento, localizado a unos 800 kilómetros al norte de Santiago, después de que otro derrumbe este sábado bloqueara el conducto de ventilación empleado para descender hasta un refugio donde se espera se encuentren los mineros.
El presidente Sebastián Piñera estuvo la noche del sábado en la mina y se reunió con un grupo de familiares para dar palabras de apoyo y garantía de que su Gobierno haría todos los esfuerzos por procurar sacarlos con vida. «La situación no es fácil, y quiero hablar con la verdad», dijo Piñera en la víspera al arribar a la desértica región de Atacama, donde se ubica la mina.