La inseguridad es el principal problema para los uruguayos, que reclaman «mano dura» contra la delincuencia, según una encuesta de la empresa Equipos Mori difundida hoy.
El 32% de los uruguayos menciona la inseguridad o la delincuencia como su principal preocupación; el 24 por ciento, el desempleo; el 7%, los problemas sociales, y el 6 por ciento, la economía.
De la encuesta surge, además, que el 65% de los consultados considera que la actuación de la policía frente a la delincuencia «debería ser más dura», el 29% la considerada «adecuada» y solo un 1% estima que es «demasiado dura».
Además, el 78% opinó que debería haber leyes que impongan penas más severas para los delincuentes, mientras el 16% consideró que la legislación existente es la «adecuada».
Hasta hace dos años el empleo era la principal preocupación de los uruguayos, pero desde 2009 la inseguridad fue creciendo hasta convertirse en su mayor problema.
Sin embargo, la sensación de inseguridad aumentó tres veces más de lo que crece realmente la actividad criminal, afirma el sociólogo Rafael Bayce, en el libro «¿La tranquilidad pública en cuestión?» de próxima publicación.
En el libro, que está en poder de las autoridades del Ministerio del Interior, Bayce asegura que el Gobierno «debe desmontar la sensación de inseguridad».
«Hay gente interesada en fomentar la inseguridad, como por ejemplo los medios de prensa», destacó el sociólogo en declaraciones al diario «El Observador».
Bayce sostiene que los uruguayos «desde hace más de 40 años, se sienten más inseguros que ciudadanos de países que poseen mucha mayor criminalidad fáctica».
El sociólogo dijo que el Gobierno «debería obligar a los medios de comunicación para que tengan información complementaria que contribuya a que no aumente la sensación de inseguridad».
Los uruguayos se vieron conmovidos en el último mes y medio debido a la aparición en el país de la modalidad de secuestros exprés.
Una banda formada en su casi totalidad por jóvenes cometieron siete secuestros desde comienzos de julio, abordando a las víctimas en las calles de Montevideo, obligándolas a retirar dinero desde cajeros automáticos y en por lo menos en dos casos hurtaron también en sus viviendas.
La policía desbarató la banda esta semana y la justicia procesó y dispuso el ingreso a prisión de varias personas, incluidas dos mujeres.