El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, visitó hoy la isla de San Andrés, donde el lunes un avión sufrió un aparatoso accidente sobre la pista del aeropuerto, y afirmó que gracias a un «milagro particular» el siniestro no fue peor.
El mandatario colombiano llegó en horas de la tarde a la terminal aérea «Gustavo Rojas Pinilla» de San Andrés (norte), en donde las operaciones fueron reanudadas en la mañana, después de que se completara la remoción de los restos del Boeing 737-700 que estaban en la cabecera de la pista de aterrizaje.
«Sobre las 09.00 de la mañana (14.00 GMT) del día de hoy se reiniciaron las operaciones sin ninguna restricción en la pista del terminal aéreo», señaló el subdirector de la Aerocivil, Donald Tascón.
La apertura del aeropuerto también permite que unos 4.000 pasajeros que desde el lunes esperaban para poder regresar a sus lugares de origen puedan tomar alguno de los vuelos especiales que fueron dispuestos para su evacuación.
Santos agradeció a la población de San Andrés por su ayuda al centenar de heridos que dejó el accidente y calificó como un «milagro particular» el hecho de que no hubiese sido peor la tragedia, en la que murió una persona.
«Este milagro fue muy particular, porque no solo fue la mano de la Divina Providencia, la mano del Todopoderoso, sino que tuvo una divisa muy importante, muy importante de aquí: nuestros compatriotas que hicieron un trabajo realmente espectacular», dijo Santos.
Según el mandatario, el director de la Aeronáutica Civil, Fernando Sanclemente, le dijo que en la nariz del Boeing 737-700 de la aerolínea colombiana Aires «se encontró una Biblia, lo que tiene mucho significado. Eso es un milagro».
El jefe de Estado reiteró en que iba a «San Andrés a agradecerle a Dios, por supuesto, pero también agradecerles a todos y cada uno de ustedes que, inclusive arriesgando sus vidas, permitieron que este accidente no hubiese tenido las consecuencias trágicas que un accidente similar en cualquier parte del mundo hubiera tenido».
Dijo sentirse muy orgulloso por el trabajo de los bomberos, la Policía y los habitantes de San Andrés.
Todos los que colaboraron «han dado una lección a Colombia y al mundo de lo que es solidaridad, eficiencia y lo que somos los colombianos», indicó.
Santos también pidió hacer oraciones por la niña de 11 años María Camila Angarita, la paciente más grave por el accidente aéreo y que permanece en estado crítico en un hospital del norte de la capital colombiana, a donde fue trasladada.
«Me dicen que está bastante grave, pero roguémosle a Dios que haga otro milagrito y nos salve esa niña y nos ayude a que se pueda recuperar. Ojalá escuche este clamor de todos nosotros», dijo el presidente.
Entre tanto, el director del Hospital Amor de Patria, de San Andrés, Roberto Sánchez, confirmó que la única persona que murió en el accidente, Amar Fernández de Barreto, de 73 años, no falleció de un ataque cardiaco, sino por politraumatismos y desprendimiento de la arteria aorta.
En el avión, que cubría la ruta entre Bogotá y la isla de San Andrés, viajaban 131 personas, entre ellas una veintena de turistas de Brasil, Francia, Alemania, Costa Rica y Estados Unidos.