Habrá que perforar otro pozo para poder sacarlos y ahora la prioridad es enviarles comida
«Estamos bien en el refugio los 33». Un papel enviado desde 700 metros de profundidad pegado a un hierro de una perforadora confirmaba este 22 de agosto de 2010 el milagro que todo Chile esperaba desde hace 17 días.
El propio presidente del país, Sebastián Piñera, enseña el mensaje a la prensa como si fuera un trofeo y exclama:
«Están unidos por volver a ver la luz del sol y abrazar a sus familiares».
Chile vive en un estado de alegría tras la localización con vida de los 33 mineros atrapados durante 17 días en una mina de la región de Atacama.
Sin embargo, los familiares tendrán que esperar al menos tres meses para poder volver a abrazar a los trabajadores.
Según el ingeniero que ha estado a cargo de hacer llegar la sonda hasta el refugio donde se encuentran los mineros, realizar un nuevo agujero para poder sacar a los atrapados llevará «tres o cuatro meses».
André Sougarret, ingeniero de Corporación Nacional del Cobre (Codelco), la empresa estatal que explota la mina afirma que está en camino la maquinaria necesaria para realizar otro agujero paralelo al pequeño túnel por el que ha viajado la sonda donde ayer los mineros ataron dos notas para anunciar que siguen con vida.
La prioridad, tras establecer contacto con los atrapados, es asegurar este pequeño conducto para poder enviar comida a los mineros. También se completarán otras sondas que están a medio camino para tener más puntos de contacto con los atrapados.
Una vez asegurado este conducto, se comenzará a ensanchar para poder meter una jaula en la que sacar a los mineros uno a uno.
Sougarret ha señalado que el nuevo pozo será perforado por una máquina que debe llegar hoy a la mina San José, donde se produjo el accidente hace 17 días.
«Las máquinas que van a operar están en camino. La máquina es una que está en la división Andina de Codelco, el transporte se inicia mañana», ha dicho el ingeniero. «Esto tiene sus tiempos, va a requerir un par de meses, de 3 ó 4 meses».
Lo primero, en todo caso, es hacerle llegar alimentos a los mineros. Para ello, se trabaja en revestir el conducto por el que transita la sonda en la que ayer amarraron las notas para que no se cierre. Una vez asegurado, se enviará a los mineros agua, suero y medicinas.
Así lo ha explicado el presidente chileno, Sebastián Piñera:
«Ya estamos entubando la perforación para poder aportarles medicamentos, alimentos, hidratación, comunicación e iluminación, porque la tarea restante va a tomar tiempo y tenemos que tener seguridad de que están en buen estado».
EL DOLOR DE LOS FAMILIARES
En los alrededores de la mina, decenas de carabineros han estado durante todos estos días vigilando la zona en prevención de nuevas protestas, como las que en las últimas jornadas protagonizaron los familiares de los obreros atrapados ante la demora en el rescate.
En contra de la opinión de los propios familiares, el Gobierno había rechazado el viernes la participación de mineros ilegales en en las tareas de rescate, ya que tras el derrumbe la explotación es inestable.
«No podemos correr riesgos de perder vidas de chilenos. Entendemos la angustia que están viviendo las familias, pero tenemos que ser muy responsables respecto de lo que se está haciendo en la mina y los pasos que estamos dando», dijo la ministra portavoz, Ena Von Baer.
En la misma línea, el secretario general de Minería explicó que un informe de la Corporación Nacional del Cobre (Codelco) desaconsejaba el ingreso a la mina de San José de más operarios debido a la inestabilidad del terreno.
«El riesgo es alto», comentó. «El Gobierno decidió no permitir el ingreso de pirquineros (mineros ilegales)», anunció Wagner a pesar de que los familiares de los afectados habían solicitado a las autoridades que aceptaran la intervención de estos trabajadores locales en las tareas de rescate.
Polémica tras el derrumbe
Nolberto Contador, ex asesor de la minera San Esteban, que participó en la elaboración del informe para la reapertura del yacimiento de San José en 2008, afirmó que «el desastre era evitable».
El técnico indicó que entonces adoptaron una serie de medidas para mejorar la seguridad de la explotación.
«Usamos los mejores estándares de la industria para hacer el análisis y se entregaron las recomendaciones de monitoreo necesarias para trabajar», a pesar de lo cual «no se implementaron algunas mejoras como el sensor microsísmico, que nunca llegó a opera».
Por ello, Contador aseguró que «el desastre era evitable» y que «la responsabilidad es de la minera», aunque el gerente de la compañía, Alejandro Bohn, insiste en que se cumplieron las recomendaciones de seguridad para blindar la explotación.
LA ESPERANZA DEL PRESIDENTE
«Hoy Chile entero está feliz, lleno de emoción», exclamó el presidente, Sebastián Piñera, mientras los familiares se abrazaban emocionados. Piñera elogio «la fuerza, el valor y el coraje» de los 33 trabajadores que «han resistido más de dos semanas solos en las profundidades de la montaña».
También agradeció a los familiares:
«Nunca perdieron la esperanza. La noticia nos llena de alegría y de fuerza. Me siento más orgulloso que nunca de ser chileno y de ser el presidente de Chile. Más orgulloso que nunca de nuestra gente. Creo que no podíamos empezar mejor nuestro mes de la patria y la celebración del Bicentenario».