Esta banda presta sus servicios criminales al mejor postor y dispone de un grupo de sicarios que se desplaza con frecuencia al exterior. Operan en ocho países y se le atribuye, al menos, la comisión de 200 asesinatos en Colombia
Las autoridades detuvieron en la ciudad española de Valencia a dos asesinos a sueldo acusados de cometer 200 homicidios selectivos, tenencia ilícita de armas, torturas, tráfico de estupefacientes y secuestro en Colombia. Además del asesinato de Usuriaga, se los acusa de la muerte de dos agentes de inteligencia colombiana y del asesinato de una mujer cuyo cuerpo fue encontrado en una maleta abandonada cerca del zoológico de Cali.
Según las autoridades, la captura fue una tarea conjunta entre la policía de Colombia y la de España. Formaban parte de la estructura de cobro de deudas de los cárteles Norte del Valle y de Envigado de Colombia.
Las autoridades españolas los identificaron como Mauricio Alberto González Sepúlveda, alias «Ronco», y Henry Norberto Valdés Marín, más conocido como «Pollo».
Uno de ellos, «Ronco» se había casado con una española para obtener un permiso de residencia y, más tarde, la nacionalidad española. El «Pollo» había alterado sus huellas dactilares para no ser identificado.
Ya en junio, la policía española recibió una alerta de la Policía Colombiana. Las labores de inteligencia indicaban que posiblemente los dos sicarios estuvieran en España.
«Ronco», de 44 años, figura en la lista de los más buscados del cártel de Envigado y fue uno de los líderes del Bloque Héroes de Granada de las Autodefensas Unidas de Colombia (el grupo paramilitar).
Tras los acuerdos para la desmovilización de ese cártel, «Ronco» se transformó en el líder de la «oficina de cobros» de otra banda criminal: La Unión. Por su parte, «Pollo», de 36 años, se ocupaba de cobrar las deudas para el cártel Las Tres Puntillas o La Negra.
Esta banda presta sus servicios criminales al mejor postor y dispone de un grupo de sicarios que se desplaza con frecuencia al exterior. Operan en ocho países y se le atribuye, al menos, la comisión de 200 asesinatos en Colombia.
Según EFE, en sus acciones, ataban y amordazaban a las víctimas, les encintaban la cabeza y los asesinaban para, posteriormente, clavarles tres puntillas en la cabeza.
La justicia española decidirá sobre su posible extradición, ya que son requeridos por Colombia.