"Se está construyendo también una cápsula especial para poder sacarles de ahí con seguridad", indicó el político chileno, al recalcar que el operativo del rescate "va bien, va en plazo"
El ministro chileno de Transporte y Telecomunicaciones, Felipe Morande, expresó hoy su confianza en que los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto pasado en una mina del norte de Chile puedan ser rescatados «antes de Navidad».
«Estamos muy pendientes, muy esperanzados de que esto se resuelva muy bien en definitiva», dijo Morande antes de participar en la última jornada del seminario «Iberoamérica Invierte. Las empresas globales en el despegue económico», organizado por la Secretaría General Iberoamericana, que reúne desde ayer en Madrid a políticos y empresarios de la región.
Preguntado si los mineros podrán pasar las Navidades con sus familias, el ministro respondió: «La apuesta es ésa. Ya están bastante cerca algunas de las perforaciones del lugar donde están los mineros. Lo que queda es perfeccionar el agujero».
«Yo creo que antes de Navidad están fuera», insistió el titular chileno de Transporte y Telecomunicaciones, quien subrayó que «se ha trabajado muy bien desde el punto de vista de la implementación de toda la tecnología disponible. Y con mucha decisión de usar todos lo recursos que sean necesarios para rescatarlos con vida».
«Hemos constatado además -señaló- que los mineros, dentro de la mina a más de 700 metros de profundidad, están en muy buen espíritu, trabajando en equipo muy ordenadamente y con la misma esperanza de salir pronto y ver a sus familiares», añadió según cita el diario El Nacional.
Sobre la marcha de las operaciones de rescate, Morande explicó que «ya hay tres caminos que se están abriendo con tres distintas tecnologías para efectos de usarlas una o las tres en forma simultánea».
«Se está construyendo también una cápsula especial para poder sacarles de ahí con seguridad», indicó el político chileno, al recalcar que el operativo del rescate «va bien, va en plazo».
Según el ministro, la fase actual del rescate «no es fácil pero es la más rápida», pues se trata de «llegar pronto abajo».
«Pero después -precisó- hay que ensanchar el ducto. Primero se hace de 30 centímetros y después se ensancha a 60 para que quepan la cápsula y las personas. Y hay que entubarlo bien para que no se derrumbe. Hay una ingeniería al detalle posterior que no es trivial».
Los mineros, que quedaron atrapados el 5 de agosto en la mina San José, cerca de la ciudad de Copiapó, a unos 830 kilómetros de Santiago, reciben regularmente alimentos y atención sanitaria y psicológica, a fin de prepararlos para una larga espera bajo tierra.