Éste es el segundo suceso de estas características que se produce en la última semana en Madrid, dado que el sábado dos mujeres fallecieron por "muerte dulce"
Una joven de 27 años de edad se encuentra en estado muy grave y su pareja está con pronóstico reservado tras inhalar monóxido de carbono mientras se encontraban en un sótano ubicado en el distrito de Salamanca. Todo apunta a una mala combustión de la caldera.
Según ha informado a Europa Press un portavoz de Emergencias Madrid, los hechos se han producido a las 10 horas de ayer miércoles en un sótano ubicado en la calle Pilar de Zaragoza, en el distrito de Salamanca.
Al parecer, fue el inquilino del sótano el que llamó a la policía municipal alertando de que tanto él como su pareja se encontraban mareados hasta el punto de que la chica parecía que estaba inconsciente.
Por suerte, dos agentes municipales se encontraban en una de las calles anexas al lugar del suceso y en cuestión de minutos se presentaron en la vivienda. Al acceder a su interior, se encontraron a una joven de origen peruano tumbada en la cama medio inconsciente.
Después de haberla sacado a la calle para que le diera el aire, la joven fue atendida por los efectivos del Samur, que le detectaron un cuadro de intoxicación por inhalación de monóxido de carbono, por lo que, tras intubarla y estabilizarla, la trasladaron al hospital de La Paz, donde ingresó en estado grave.
En el domicilio también se encontraba la pareja de la chica, un joven que también había inhalado el gas pero que presentaba niveles más bajos de intoxicación. Tras ser analizado, fue trasladado con pronóstico reservado a La Paz.
Efectivos del cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de la capital llegaron poco después a la vivienda con el fin de ventilarla. Con ellos llevaban un coxímetro –aparato para medir la concentración de monóxido de carbono– que determinó que la concentración del gas en la vivienda era muy alta, «potencialmente mortal», según la citada fuente.
Éste es el segundo suceso de estas características que se produce en la última semana en Madrid, dado que el sábado dos mujeres fallecieron por «muerte dulce» en su vivienda de la calle Serramagna, en la urbanización del Parque del Conde de Orgaz, en el distrito madrileño de Hortaleza.