Con lágrimas, dieron los últimos aplausos a la mujer que luchó durante dos años por esclarecer el asesinato de su hija
Una cámara de seguridad instalada frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, en la ciudad del mismo nombre, grabó el momento en el que la ‘Madre Coraje’ mexicana Marisela Escobedo Ortiz fue asesinada.
Sucedió el pasado jueves, cuando la mujer realizaba una protesta para reclamar justicia por el asesinato de su hija, ya que el asesino confeso, Sergio Barraza Bocanegra, había sido liberado y se encuentra prófugo tras una posterior condena.
En la grabación se aprecia cómo un vehículo blanco se detiene junto al lugar donde Escobedo se había instalado con una mesa y unas pancartas acompañada de un hombre. El agresor se baja del vehículo, se dirige hacia la mujer y la encañona con un arma.
El acompañante de Escobedo consigue distraer al sicario arrojándole un objeto, momento que la mujer aprovecha para salir corriendo. Pero el sicario la persigue y le da alcance al otro lado de la calle, donde le descerraja un disparo en la cabeza y huye impunemente. La escena ocurre en pocos segundos.
Los hechos ocurrieron el jueves, sobre las 20.00 hora local (1.00 GMT), y tras la agresión Escobedo fue trasladada aún con vida a una clínica donde falleció.
El titular de la Fiscalía de Chihuahua, Carlos Manuel Salas, reveló que la principal línea de investigación del crimen apunta a que el asesino y ex novio de la hija de Escobedo habría mandado matar a la mujer.
Marisela Escobedo había declarado anteriormente que familiares de Barraza la habían amenazado por llevar a cabo sus propias investigaciones y le dijeron a la mujer que éste tenía vínculos con el cártel de ‘Los Zetas’, datos que se están investigando, aseguró el fiscal.
El temor a un ataque armado hizo que el entierro de la mujer tuviera que ser adelantado al sábado entre fuertes medidas de seguridad.
La policía escoltó el coche fúnebre con los restos mortales, seguido de más de 50 automóviles de familiares, amigos, activistas sociales y medios de comunicación, en dirección al camposanto.
Durante el sepelio se vieron representantes de ONGs de madres de mujeres muertas y desaparecidas en Ciudad Juárez -más de 500 desde 1993- quienes, con lágrimas, dieron los últimos aplausos a la mujer que luchó durante dos años por esclarecer el asesinato de su hija.
Marisela Escobedo fue descrita como «una luchadora inquebrantable» por miembros de su familia y compañeros activistas, mientras el féretro descendía para ser enterrado. Los restos de la activista descansan ya en el mismo panteón donde hace dos años sepultaron a su hija asesinada, Rubí Marisol Freyre.
Marisela Escobedo había encabezado diversas marchas y protestas en Ciudad Juárez y en Chihuahua para exigir al gobernador que hiciera justicia en el caso del asesinato de su hija.
Sergio Rafael Barraza, presunto responsable del homicidio de Rubí, había sido detenido el pasado 30 de abril, sin embargo fue puesto en libertad al poco tiempo. Las pesquisas de la fiscalía lo relacionan con el crimen organizado, que supuestamente lo oculta en estos momentos.
El sábado, la maderería propiedad de la pareja de Escobedo fue incendiada por un comando de hombres armados, que también se llevaron con ellos al hermano del dueño contra su voluntad, sin que se conozca su paradero.
Chihuahua es el estado más violento del país, con más de 3.000 muertos este año, debido a la guerra que mantienen por el control del territorio varios cárteles del narcotráfico.