Posada Carriles está acusado de 11 cargos por supuesto fraude, obstrucción de procesos, perjurio y falsas declaraciones en su petición de asilo y ciudadanía
El Gobierno de Estados Unidos sabía que el anticastrista Luis Posada Carriles no reunía los requisitos para obtener asilo político antes de que el cubano venezolano presentara su solicitud, dijo hoy un testigo.
Gina Garrett-Jackson, abogada de inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., reconoció que tenían conocimiento de la situación en el juicio contra Posada Carriles, de 82 años, que se celebra en un tribunal de El Paso (Texas).
La letrada estuvo a cargo de revisar el historial migratorio y la solicitud de asilo político del ex agente de la CIA.
Posada Carriles está acusado de 11 cargos por supuesto fraude, obstrucción de procesos, perjurio y falsas declaraciones en su petición de asilo y ciudadanía.
Al ser interrogada por Felipe Millán, uno de los abogados defensores de Posada Carriles, Garrett-Jackson dijo que estuvo involucrada en la investigación al anticastrista antes de que este comenzara su proceso de inmigración.
Incluso, dijo que archivó los documentos que mencionaban el arresto y condena a Posada Carriles en Panamá, en el año 2000.
Posada Carriles y otros tres cubanos fueron condenados por posesión de armas y uso de documentos falsos después de que el Gobierno de Cuba denunciara que planeaban un atentado contra el ex gobernante Fidel Castro durante la X Cumbre Iberoamericana, que se celebró ese año en Panamá.
Garrett-Jackson respondió a una pregunta de Millán que uno de los impedimentos para otorgar asilo político basado en la Convención Internacional de Protección contra la Tortura es tener una condena por delitos graves en el extranjero.
«Y sabiendo que él tenía una condena en Panamá, el Departamento de Seguridad Nacional decidió seguir adelante?», preguntó el abogado defensor.
La testigo de la Fiscalía Federal respondió: «Sí, por muchas razones» y aclaró que fue una decisión del juez de Inmigración William Abbott otorgar una oportunidad a Posada Carriles de presentar su caso de asilo político en un tribunal.
Posada Carriles, vestido con traje marrón, abrigo negro y camisa azul claro, escuchó con atención el proceso con audífonos mediante los que le traducen al español lo que sucede en la sala.
La abogada reconoció también que existen otras formas de frenar una deportación como la suspensión temporal de la expulsión del país y que fue ese el recurso que finalmente se le concedió a Posada Carriles para no enviarlo a Cuba o Venezuela.
El recurso legal tiene sus bases también en la Convención Internacional de Protección contra la Tortura.
Posada Carriles tiene una orden de deportación en su contra, pero el juez Abbott, también de El Paso, la difirió en 2005 invocando esa Convención.
La defensa del anticastrista ese año dijo que existía la posibilidad de que fuera torturado si lo deportaban a Venezuela o a Cuba.
Con la decisión de Abbott, Posada Carriles está en EE.UU. temporalmente bajo la custodia del Departamento de Seguridad Nacional hasta que «cambien las condiciones» en ambos países.
El anticastrista enfrenta en el juicio cargos de perjurio por presuntamente mentir en su entrevista de asilo político al negar su supuesta participación en atentados con bombas en Cuba ocurridos entre 1997 y 1998 contra instalaciones turísticas.
Enfrenta también cargos por supuesto fraude migratorio y mentir en su solicitud de ciudadanía al declarar que ingresó como indocumentado por la frontera entre Matamoros (México) y Brownsville (Texas).
El Gobierno estadounidense asegura que ingresó por Miami, vía marítima con la ayuda de otros exiliados cubanos.
El juicio se reanudará el próximo martes por decisión de la juez Kathleen Cardone, encargada del caso.
La Fiscalía Federal planea llamar al estrado a 18 testigos, además de la abogada Garrett-Jackson, y entre los que hay personas de Cuba, Italia y Guatemala.
Entre los testigos de los fiscales están dos policías cubanos que realizaron la investigación de los atentados en Cuba y el médico forense encargado de la autopsia del turista italo canadiense Fabio di Celmo, quien murió en esos ataques.
La defensa del anticastrista presentará a varios testigos de Miami y a Otto Reich, ex embajador de EE.UU en Venezuela, de origen cubano.