Las lluvias han dejado al menos 524 muertos esta semana en el estado de Río de Janeiro
Varios de los habitantes de los barrios de la ciudad de Teresópolis más afectados por las lluvias que han dejado al menos 524 muertos esta semana en el estado de Río de Janeiro se niegan a abandonar sus viviendas, algunas en áreas de riesgo, por el temor a ser víctimas de saqueos.
En el barrio de Campo Grande, en la periferia de Teresópolis, existe gran incertidumbre de los pobladores acerca de la seguridad de la zona. Esta localidad ha quedado aislada debido a los deslizamientos de tierra que dejaron las calles cubiertas por tierra, lodo y piedras.
Tras cuatro días de caos, rescate de víctimas y recuento de muertos, las pocas personas que insistían en permanecer en sus casas en Campo Grande pese a las peticiones de las autoridades de que busquen lugares de menor riesgo, lo hacían para salvar lo que restó de sus bienes.
Las autoridades tuvieron que desmentir rumores sobre saqueos generalizados en tiendas del centro de la ciudad este viernes ante la correría provocada por las versiones de ataques de grupos armados.
Según informó El Mundo.es, en el centro de Teresópolis jóvenes armados intentaron robar varios teléfonos móviles de una tienda de la operadora Claro y atracaron también otro comercio próximo.
La confusión llevó a los vecinos a pensar que se trataba de un «arrastão», como los brasileños conocen los asaltos cometidos por grupos numerosos en calles, túneles e incluso playas. Alertados por los gritos, los dueños de las restantes tiendas optaron por echar el cerrojo mientras la policía se esforzaba en convencerlos de que se trataba de dos pillajes aislados.