Hay veces que el amor nubla el conocimiento. Y otras que lleva a acabar con todos los huesos en la cárcel. Eso es lo que le puede ocurrir a una mujer que este domingo, 7 de febrero de 2011, evitó el despegue del avión en el que viajaba su pareja desde Santiago de Chile hacia Madrid.
Su único objetivo era que él no huyese.
Para ello no tuvo reparos en llamar a la dirección del aeropuerto internacional y pedir que evitasen la salida de su pareja en el vuelo de Iberia porque su padre había tenido un grave accidente y lo habían hospitalizado. Pero no la hicieron caso y nadie quiso avisar al pasajero.
Así que la mujer, de 30 años, no lo dudó. Con el mismo teléfono volvió a llamar al aeropuerto, pero esta vez con un mensaje muy diferente: en el avión de Iberia que en pocos minutos iba a despegar había una bomba. Eran las dos del mediodía de ayer (hora local).
La Policía chilena dio credibilidad a la amenaza y se presentó en la aeronave con varios perros especializados en detectar explosivos.
Mientras recorrían la nave, los 312 asustados pasajeros salían de la misma. Al final, lógicamente, no encontraron nada. Sin embargo, los agentes se pusieron a investigar. Interrogaron a varios de los pasajeros e investigaron la llamada amenazante.
La pillaron por utilizar el mismo número de teléfono. Ahora está detenida y a disposición judicial.
Los 312 pasajeros del vuelo 6832 de Iberia fueron alojados en un hotel cercano al aeropuerto. La compañía pondrá a su disposición hoy un avión para que lleguen a Madrid sin más contratiempos.