Obras con sobrevaloración de costos y realizadas con un organismo internacional como contratista para-aparentemente-evitar auditorías ponen en aprietos la ya maltrecha candidatura presidencial del ex alcalde
Susana Villarán, actual alcaldesa de Lima, ya lo habia adelantado recientemente en Madrid, en entrevista con Periodista Latino, que investigaría la gestión de su predecesor, Luis Castañeda Lossio, hoy candidato a la presidencia del Perú por el partido Solidaridad Nacional. Villarán no iba de farol.
«Los compromisos se cumplen, y ese fue un compromiso por el cual la gente votó por mi», declaró. «Y son uno de los tantos que hemos hecho y no son promesas, son compromisos» reiteró. » Y éste significa que vamos a hacer un exámen especial de auditoria a puntos críticos de la gestión del anterior alcalde, el Sr. Castañeda que ahora es candidato presidencial. Puntos críticos como Comunicore, como algunos sobre los cuales hay bastantes dudas»
Villarán y los «trapos sucios» del ex alcalde
Y hoy, en plena campaña electoral, ha sacado los trapos sucios de la gestión edil de su antecesor, Luis Castañeda. Obras con sobrevaloración de costos y realizadas con un organismo internacional como contratista para-aparentemente-evitar auditorías ponen en aprietos la ya maltrecha candidatura presidencial del ex alcalde, que en 2010 brillaba como favorito gracias al 80% de aprobación de su gestión edil.
Hoy, su 17% de intención de voto según la encuestadora Ipsos Apoyo lo sitúa en un virtual empate técnico por el tercer puesto con Ollanta Humala (16%), con la diferencia que la tendencia de Humala en el último mes ha sido a la subida y, la suya, a la bajada.
El informe presentado este lunes ante la prensa por Susana Villarán destapa una caja de pandora con efectos electorales más que adversos para «el mudo», el apodo que le puso la prensa por su negativa a declarar y al que luego Castañeda le buscó réditos políticos bajo el eslogan de «mis obras hablan por mí».
Sin embargo, la mayoría de «sus obras», a la luz del informe de «La Villarán», no fueron ejecutadas por la alcaldía sino por la Organización Internacional de Migraciones (OIM), que funcionó como un «service» del municipio.
La OIM en la alcaldía de Lima
El 48% del presupuesto municipal (unos 448 millones de dólares) fueron ejecutados por la OIM bajo esta modalidad «para tercerizar sus obras y sus compras sin tener que rendir cuentas posteriores», según señala el informe. En total, fueron 178 obras las que tuvieron carta blanca ya que no fueron auditadas por la Contraloría de la República.
En cobro por sus servicios, la OIM recibió casi 50 millones de soles (algo más de 18 millones de dólares). Para Villarán, no tiene sentido pagar comisiones a una organización de migraciones para un trabajo que el municipio «podría haber hecho perfectamente». «Con ese dinero, se hubieran podido construir, por ejemplo, 1.000 ‘wawawasis’ (guarderías públicas) o 400 losas deportivas», declaró en la conferencia de prensa.
La otra perla del informe son los datos de sobrevaloración de obras, en los que el Metropolitano, un sistema de autobuses públicos de tránsito rápido, se lleva la palma y es para Villarán «el caso más grave de inflación presupuestal». El presupuesto se duplicó en los 8 años que duró su construcción de 400 a 1000 millones de soles, aun cuando el tramo final construido se acortó 8 kilómetros.
Acusan a Toledo de estar detrás de las denuncias
Solidaridad Nacional, el partido de Castañeda, considera que la difusión de este informe es una intromisión en la campaña y pide la intervención del Jurado Nacional de Elecciones. El partido pide que no se satanice a la OIM, ya que al igual que la Municipalidad de Lima, otras instituciones del Estado como el Ministerio Público y el Congreso tienen acuerdos para la ejecución de obras con este organismo.
«Está absolutamente claro que la señora Susana Villarán ha entrado en la campaña presidencial para ayudar al candidato Alejandro Toledo», denuncia el ex teniente alcalde de Lima, Marco Parra, que hoy se convirtió en el escudero de Castañeda ante las críticas.
Ante las acusaciones de ser «el jefe de Villarán», Toledo fue tajante y dijo que no ordena nada a la alcaldesa. «Enfrenta tus cuestionamientos y no le busques siete pies al gato», le dijo a Castañeda.
Realizar una auditoría a la inexpugnable -para la prensa- gestión del «mudo» fue una de las promesas de campaña de Villarán y su caballo de batalla frente a Lourdes Flores, su rival electoral, quien llevaba al hijo de Castañeda en su lista de regidores.