Sergio Pérez no ha podido tener un debut más afortunado en Fórmula Uno. Ha hecho una carrera impecable, cuidado los neumáticos como ningún otro piloto
Se podría decir que es la suerte del novato, o del que llega y besa el santo. Sea como sea, el debut del piloto mexicano de Sauber ha dejado buenas impresiones entre los entendidos de la Fórmula Uno. Por otra parte, otro piloto latinoamericano, el venezolano Pastor Maldonado (Williams), se fue de vacío en este inicio de mundial.
Sergio Pérez no ha podido tener un debut más afortunado en Fórmula Uno. Ha hecho una carrera impecable, cuidado los neumáticos como ningún otro piloto, ha sido el único en hacer solo una parada frente a las dos o tres del resto, y en la vuelta 39 marcaría el giro mas rápido de la carrera, aunque luego fue batido por otros pilotos que montaban ruedas nuevas.
Cuando hizo el cambio de ruedas, gomas duras por blandas, marchaba en decimotercera posición y la pudo mantener cuando se reintegró en la pista, fue ascendiendo puestos, marcó la vuelta rápida en carrera y parecía impensable que con las ruedas blandas pudiera dar 35 vueltas, pero las cuidó y logró un sensacional resultado con el séptimo puesto.
Sin embargo, la alegría duró poco más de dos horas y media, cuando los comisarios deportivos del Gran Premio de Australia, anunciaron la exclusión de los dos Sauber de la clasificación por irregularidades en su alerón trasero.
Tampoco ha tenido suerte el venezolano Pastor Maldonado (Williams), que marchaba en decimoquinta posición cuando el motor se paró de repente y ahí terminó su carrera