Estos controles de identidad en la vía pública suponen "un hostigamiento generalizado a la población extranjera" que se produce "en el límite de la legalidad", señalan
El Servicio Jesuíta a Migrantes (SJM) ha denunciado que prosiguen las redadas policiales de identificación de extranjeros, que se practican «día a día en las calles» de forma «masiva» y están «racialmente orientadas», aunque el Ministerio del Interior asegure lo contrario.
Según ha explicado en rueda de prensa el coordinador del Centro de Pueblos Unidos en el madrileño barrio de la Ventilla, Daniel Izuzquiza, estos controles de identidad en la vía pública suponen «un hostigamiento generalizado a la población extranjera» que se produce «en el límite de la legalidad».
«Es evidente que se están dando controles masivos, racialmente orientados y los hay por mucho que el Ministerio del Interior diga lo contrario. Lo vemos cada día en nuestras calles», ha señalado, para añadir después que «es el pan de cada día» y «se trata de una vergüenza». En este sentido, ha indicado que de los 30 chicos que la organización apoya en pisos tutelados, cinco han sido detenidos para su identificación sólo este fin de semana.
Por su parte, delegado de la Compañía de Jesús en España para las migraciones, Josep Buades, ha indicado que estas redadas también llegan a producirse en los centros de las ONG miembros de la red del SJM. «Yo mismo he tenido que decir a dos policías que eso no estaba bien», ha señalado, para explicar que la organización se puso en contacto con la subdelegación del Gobierno correspondiente para presentar una queja y ésta respondió «pidiendo excusas oficialmente».
Sobre este asunto se ha pronunciado también la venezolana Zonia Mata, beneficiaria de los programas de la ONG Pueblos Unidos, quien ha explicado que «estar en España en situación irregular es realmente muy duro» y ha exigido que «el mismo seguimiento que hace la policía a las personas honradas con una orden de expulsión» se aplique a quienes han delinquido.
Ésta práctica, junto al «oscurantismo» y «falta de transparencia» que a juicio de la organización, rodea los centros de internamiento de inmigrantes (CIE) a falta de un reglamento específico, «cristalizan fronteras» en la sociedad y ponen en riesgo la cohesión de los ciudadanos, además de «minar» la convivencia, tal y como recoge el documento del SJM ‘Superar Fronteras’ presentado este jueves.
«No sólo estamos preocupados porque algunas personas no puedan ejercer sus derechos, también nos preocupa que poniendo el acento en algunas cuestiones, toda la cohesión social puede resquebrajarse», ha señalado Izuzquiza, para incidir en que la irregularidad sobrevenida, las dificultades en el acceso al padrón o a la renovación de autorizaciones, la falta de inversión en servicios públicos, las redadas y el internamiento contribuyen a levantar estas fronteras.
CONTRA EL USO PARTIDISTA DE LA INMIGRACIÓN
El texto es una «llamada a la reflexión» a políticos y ciudadanos para que, en ciernes de la campaña electoral para las municipales y autonómicas, tengan en cuenta que «los miedos alimentan ciertas fronteras» que «se plasman en el discurso público», después «se consagran en las normas jurídicas» y «cristalizan en ciertas prácticas administrativas».
Por eso, la organización pide «que no se instrumentalice la inmigración en el debate entre partidos, que no se convierta a los inmigrantes en el chivo expiatorio de la crisis económica y de los problemas de convivencia» porque «ese debate multiplica fronteras invisibles, selectivas e injustas dentro de la sociedad».
A juicio del Servicio Jesuíta de atención a Migrantes, «no vale una perspectiva instrumental de la migración», «no valen discursos manipuladores que explotan los miedos» y «discursos que legitiman fronteras». «La sociedad española se juega mucho en que ampliemos el ‘nosotros’. No existe una sociedad formada sólo por españoles, está formada por todos los que residimos en el mismo territorio», ha asegurado Buades, para quien «si no se superan las fronteras, se resquebraja la sociedad».