El número de delfines rosados de río en una parte remota de la Amazonía peruana se redujo casi a la mitad en octubre pasado, en comparación con 2009, al caer el nivel del río Samiria, un tributario importante del Amazonas
Hace varios meses, algunas zonas de la selva amazónica estaban al borde de una de las sequías más severas de la historia. Los niveles de los ríos se encontraban en mínimos históricos y el impacto sobre la vida silvestre fue grave.
El número de delfines rosados de río en una parte remota de la Amazonía peruana se redujo casi a la mitad en octubre pasado, en comparación con 2009, al caer el nivel del río Samiria, un tributario importante del Amazonas.
A lo largo de unos 20 km de tramo del río, la población de 250 delfines se redujo a cerca de 140.
Pero ahora un equipo de expertos en conservación que trabaja en la región vio que muchas especies se han recuperado más rápidamente de lo esperado.
Regresan los delfines
Esto incluye los delfines rosados, que, según sondeos realizados en marzo, han aumentado en casi un 10%, en comparación con el mismo período del año pasado, antes de la sequía.
Amazonas sequía
Tanto en 2005 como en 2010, el Amazonas ha visto las peores sequías de su historia.
El número de delfines grises también creció desde marzo de 2010 en un 30%.
«Esta es una muy buena señal, y sugiere que el río Samiria se está recuperando de la sequía de 2010», dice el doctor Richard Bodmer de la Universidad de Kent, quien ha publicado numerosos trabajos sobre la zona durante los últimos 25 años.
La investigación se está llevando a cabo en la Reserva Nacional Pacaya Samiria, en el curso superior del Amazonas, un área que cubre más de 20.000 kilómetros cuadrados.
Se inscribe en una de las tres regiones más afectadas por la sequía de 2010, cuando algunas partes del Amazonas y sus afluentes alcanzaron su nivel más bajo desde hace medio siglo.
«Esta reserva es un bosque inundado, donde tenemos niveles altos y bajos los ríos cada año», explica Bodmer.
«Pero la sequía de 2010 y las inundaciones registradas el año anterior fueron mucho peores que las fluctuaciones habituales».
Ahora los niveles de agua están extremadamente altos de nuevo y las autoridades locales han declarado el estado de emergencia.
«Estamos siendo afectados en ambos lados con niveles extremadamente altos de agua o sequías», dice el especialista.
El doctor Bodmer y su equipo de investigadores peruanos, apoyados por voluntarios de la organización para la conservación Earthwatch, están monitoreando el efecto de estos fenómenos meteorológicos extremos en los delfines rosados otras especies silvestres.