A pesar de que la homofobia siga presente en muchas partes del país, en Juchitán los muxes son aceptados y forman parte esencial de la cultura zapoteca
Mística, Felina, Pancha, Amaranta, Estefanía… Así se llaman algunos de los habitantes más especiales de Juchitán, en Oaxaca, aunque en sus documentos oficiales sigan figurando los nombres de José Antonio o Jorge.
En esta pequeña ciudad del sur de México viven desde hace siglos los muxes, una comunidad homosexual o transgénero de personas que nacieron varones, pero que dicen sentirse como un tercer género, entre el hombre y la mujer.
Aunque no hay cifras fiables sobre el número de muxes, los propios habitantes de esta ciudad dicen que llegan al 2% de la población, que supera los 100.000 habitantes.
Y a pesar de que la homofobia siga presente en muchas partes del país, en Juchitán los muxes son aceptados y forman parte esencial de la cultura zapoteca, en un lugar donde el 80% de la población habla esta lengua indígena y conserva las tradiciones de la tierra.
Vea en este video de Ignacio de los Reyes, enviado especial de BBC Mundo a Oaxaca, quiénes son los muxes y por qué muchos consideran a Juchitán como un oasis de tolerancia.