La nueva norma, que entrará en vigor el próximo 1 de septiembre, sigue la estela de las adoptadas en estados como Georgia y Arizona
El gobernador de Alabama, el republicano Robert Bentley, ha firmado este jueves una ley migratoria que permite a la Policía interceptar a cualquier persona que sea sospechosa de estar en el país de forma irregular, pese a las críticas lanzadas por parte de grupos defensores de los derechos civiles e incluso de las autoridades mexicanas.
La nueva norma, que entrará en vigor el próximo 1 de septiembre, sigue la estela de las adoptadas en estados como Georgia y Arizona. Permite a las fuerzas de seguridad identificar a todo sospechoso de ser un inmigrante irregular y, además, los centros educativos podrán verificar la ciudadanía de los estudiantes, una controvertida medida que no estaba incluida en el texto de Arizona.
La ley eleva a delito el hecho de transportar o acoger a ‘sin papeles’ y advierte especialmente a los empresarios que contraten conscientemente a personas que no tengan legalizada su estancia en Estados Unidos, según informa la cadena CNN. En este sentido, las empresas podrán utilizar una base de datos para confirmar el estatus migratorio de sus potenciales empleados.
Tras firmar el documento, Bentley ha advertido de que Estados Unidos tiene «un problema real con la inmigración ilegal». El gobernador se ha declarado «orgulloso» después de que las autoridades estatales hayan trabajado «incansablemente» para «crear la legislación más fuerte del país», informa Reuters.
La ministra de Asuntos Exteriores de México, Patricia Espinosa, ha lamentado a través de su cuenta en Twitter que la ley de Alabana «amenaza derechos humanos y civiles de todos los inmigrantes en ese estado». Ha advertido de que da lugar a «indebidas interpretaciones» y «criminaliza la inmigración».
«México utilizará todo recurso legal disponible para defender los derechos y la dignidad de connacionales en Alabama», ha adelantado, sin referirse a ningún procedimiento en concreto.