Sin empleo en el presente y sin perspectivas de futuro, los extranjeros buscan salidas en otros lugares. Y Brasil se ha convertido en el objetivo de los latinoamericanos con poca formación
Entre 2003 y 2007 España recibió decenas de miles de inmigrantes, pero la crisis económica que continúa sufriendo el país está alterando el flujo migratorio. Sin empleo en el presente y sin perspectivas de futuro, los extranjeros buscan salidas en otros lugares. Y Brasil se ha convertido en el objetivo de los latinoamericanos con poca formación.
Según diversos estudios que investigan las respuestas de los inmigrantes ante la crisis, Brasil aparece entre los tres destinos preferidos de los sudamericanos, junto con Estados Unidos y Argentina, como opción para conseguir un empleo.
Una encuesta de la empresa de recursos humanos Randstad reveló que el 65% de los inmigrantes indocumentados en España está pensando o está decidido a cambiar Europa por otro lugar si no logra encontrar trabajo antes del año 2012.
Las investigaciones anticipan unos flujos que ya han comenzado. En 2010, por primera vez en los últimos 35 años, España registró una tasa de salida de población activa mayor que la de entrada.
El año pasado, 48.000 inmigrantes llegaron y 43.000 extranjeros retornaron a sus países de origen. A estos últimos se añaden 90.000 españoles que se fueron a buscar trabajo en el exterior.
El ritmo de reducción es tan vertiginoso que en cinco años el flujo de llegada puede ser prácticamente nulo. Según las previsiones de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, si la crisis se mantiene como ahora, en 2014 llegarán a España apenas 3.000 inmigrantes.
Salidas
Josep Oliver, profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona y coautor del Anuario de Inmigración de España -que elabora el Ministerio del Interior- le dijo a la BBC que «el 80% de los inmigrantes no tiene otra opción que ir al aeropuerto rumbo a mercados con mejores opciones como Brasil, que ofrece oportunidades sólidas».
El estudio elaborado por Randstad, titulado «Movilidad Laboral», indica que España ha perdido interés para los trabajadores extranjeros de baja formación.
La razón es el perfil de esos inmigrantes, cuyos currículos se limitan a oficios relacionados con áreas que no se han reactivado como los servicios o la construcción.
Precisamente el sector de la construcción fue el que detonó la crisis del empleo en España. Entre 2008 y 2010 quebraron más de 200.000 empresas del ramo, que daban trabajo al 70% de los inmigrantes sudamericanos, según datos oficiales.
Los extranjeros entrevistados en ese estudio respondieron que quieren salir de España, pero que temen por la crisis política y económica en América Latina y sólo ven bonanza financiera en Brasil, donde critican la falta de seguridad pública.
Pero están decididos a tomar un avión para cruzar el Atlántico si no han encontrado trabajo antes del 2012. Estados Unidos, Brasil y Argentina, en ese orden, son los destinos más votados.
Alta formación
Brasil también se dibuja como una opción para los españoles con una alta formación, según revela un estudio elaborado por la consultora Adecco y la Universidad de Navarra.
Según esa investigación, el 55% colocan al país amazónico como uno de los seis destinos a los que se mudarían en busca de trabajo, junto con Alemania, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y Argentina.
El perfil habitual de los interesados en cruzar hacia América es un hombre de entre 25 y 35 años con formación en ingeniería, arquitectura, informática, medicina, biología e investigación científica.
«¿Qué ingeniero o arquitecto no quiere ir a Brasil, con la vista puesta en las obras de infraestructura? Está todo por hacer y ahora hay recursos, referencias de empresas españolas ya establecidas y la apertura al idioma español», asegura a la BBC el profesor de Economía de la Universidad de Navarra, Sandalio Gómez, autor del informe presentado en enero.
«Esas personas entienden que insistir aquí es una pérdida de tiempo. Brasil crece a una velocidad con la que no se puede comparar ningún país de Europa», concluye.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística de España confirman esa tendencia. Hasta enero de 2011 había 1,8 millones de españoles viviendo en el extranjero. De ellos, 92.260 están en Brasil, donde el número de españoles aumentó en 10.071 el último año.
Problemas
Sin embargo, a pesar de las oportunidades, el país es menos atractivo que otros por varios asuntos.
Los entrevistados del estudio resaltan la inseguridad, la falta de servicios públicos de calidad, la inestabilidad económica y jurídica para quien quiere comenzar un negocio propio y la distancia de sus lugares de origen, como barreras a tener en consideración.
El gobierno español refuerza esta conclusiones. La directora general del Departamento de Emigración (que estudia las condiciones de los españoles en otros países), Pilar Pin, define como impedimentos las carencias en los sistemas de seguro de desempleo, las redes públicas de salud y educación y la legislación laboral.
En un informe oficial presentado en mayo tras una visita a Brasilia, Pin afirmó que Brasil «tiene un enorme potencial con inminentes eventos como la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos y las obras para el suministro de energía, protección ambiental y turismo».
Sin embargo, el texto señala: «La legislación sobre la implantación de empresas en Brasil es demasiado restrictiva. Nuestros trabajadores van con contrato por obra. Cuando se acaba el contrato encuentran muchas dificultades para establecerse por su cuenta».
A pesar de eso, según el informe, las autoridades brasileñas calculan que hacen falta 1,9 millones de profesionales altamente cualificados. Un espacio que los españoles podrían ocupar.