Mañana se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, cuya supervivencia peligra fundamentalmente en América, según Amnistía Internacional (AI), porque no existe voluntad política para respetar los derechos de este colectivo.
La directora del Programa Regional para América de Amnistía Internacional, Susan Lee, considera «alarmante» que se violen continuamente «los derechos humanos de decenas de millones de personas indígenas en toda América».
«Tras siglos de abusos y discriminación, su supervivencia cultural y física se encuentra ahora en peligro porque no hay suficiente voluntad política para reconocer, respetar y proteger los derechos de los pueblos indígenas cuando estos se consideran un obstáculo para el crecimiento económico», añadió.
Amnistía explicó que el crecimiento de las industrias agrícola y extractiva y la introducción de grandes proyectos de desarrollo (como embalses y carreteras) en tierras tradicionales indígenas representan una amenaza considerable y creciente para los pueblos indígenas.
Indicó que en todo el continente americano se percibe a los pueblos indígenas como un estorbo para los intereses comerciales, por lo que los amenazan, los desalojan por la fuerza, los desplazan y hasta los matan en su afán por explotar los recursos naturales de las zonas en las que viven.
Por ejemplo, en Brasil prosigue la construcción de la presa de Belo Monte en el río Xingu, en la Amazonía, a pesar de la orden de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, según la cual el proyecto debía detenerse hasta que se evaluara exhaustivamente su impacto sobre las comunidades indígenas locales.
En países como Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Panamá y Perú se ha omitido consultar a los pueblos indígenas antes de aprobar leyes que amenazaban su medio de vida.
En Chile, Ecuador, México y Perú, los líderes indígenas y los integrantes de esas comunidades son con frecuencia sometidos a procesos penales por cargos desproporcionados y que parecen responder a motivos políticos.