Los amigos del fallecido acusan a la Policía no detener a los gitanos e ir contra los negros
Tras unas horas de ‘calma tensa’ los disturbios han vuelto al barrio palmesano de Son Gotleu, donde en la noche del 28 de agosoto de 2011 unas 150 personas se vieron involucradas en una bestial trifulca multitudinaria entre nigerianos y gitanos tras la muerte de un hombre de raza negra y de unos 33 años que se precipitó desde el quinto piso de su vivienda.
Los compatriotas africanos culpan de esta muerte al colectivo gitano y mientras el caso está bajo investigación del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, algunos vecinos consultados por Hugo Sáenz y Marc Pons, periodistas de El Mundo, también han asegurado que fueron personas de etnia gitana las que lo arrojaron al vacío.
Así, la Policía ha blindado la zona y medio centenar de agentes antidisturbios se han afanado por mantener la calma ya que alrededor de 100 ciudadanos nigerianos entre amigos, vecinos y familiares del fallecido y furiosos tras la muerte de anoche, han vuelto a tomar la calle a mediodía pidiendo «justicia».
La policía ha empleado todo tipo de material como pelotas de goma y porras hasta devolver la situación a la normalidad. Según han confirmado fuentes policiales, se han producido dos detenciones (ambos de raza negra), que sumadas a las tres de anoche hacen que ya haya habido 5 arrestos desde que estallaran los altercados.
La Policía habla de «dos grupos claramente diferenciados» enfrentados en plena calle.
Vehículos y mobiliario urbano dañados
En un primer momento, los nigerianos se han concentrado en la calle Tomás Rullán y han empezado a montar escándalo y romper mobiliario urbano y vehículos, por lo que la Policía ha tenido que cargar contra ellos. Los vecinos se encuentran muy asustados y critican duramente a la comunidad nigeriana: «Se les ha dado un poder nunca visto, hacen lo que les da la gana y los únicos que nos defienden a los del barrio son los gitanos».
Fuentes policiales aseguran que la situación en estos momentos es muy tensa y que se están esforzando por mantener el orden sin que nadie resulte herido. En estos momentos en la calle principal del barrio se puede ver a gran número de agentes conteniendo las protestas de los ciudadanos nigerianos, que se han disuelto momentáneamente tras las cargas policiales.
Todo comenzó anoche, cuando a eso de las doce y media de la noche cuando por causas desconocidas, un hombre de origen extranjero cayó al vacío desde una vivienda y perdió la vida casi en el acto.
Cuando la policía llegó al lugar, unas 15 personas de raza negra se congregaban alrededor del precipitado -todavía vivo- visiblemente nerviosas, según detallan fuentes de la Policía Local. Pero al llegar las asistencias sanitarias, el hombre falleció y el ambiente se fue calentando.
A raíz de ese instante, comenzaron a congregarse más personas en la calle y empezaron a romper cristales de los coches aparcados así como mobiliario urbano. La situación se prolongó hasta las cuatro de la madrugada, que se empezaron a calmar los ánimos, aunque ahora se han reavivado los incidentes.