La tragedia movilizó ya fragatas, aviones militares y embarcaciones civiles a la zona, distante 670 kilómetros de las costas chilenas
Chile amaneció este sábado conmovido por la caída de un avión militar CASA 212 con 21 civiles y uniformados a bordo, los que apoyaban la reconstrucción del archipiélago de Juan Fernández en el Pacífico asolado por un tsunami recientemente.
«Estamos ante un escenario adverso», dijo el ministro de defensa, Andrés Allamand, antes de embarcar en un carguero Hércules C-130, para liderar el rescate, junto al jefe de la fuerza aérea, Jorge Rojas, destacó DPA.
El ministro, en todo momento vestido de negro, agradeció el apoyo y cariño expresado por la ciudadanía hacia los militares, funcionarios de gobierno y trabajadores de la televisión a bordo de la nave.
«Las labores de rescate comenzarán apenas amanezca», prometió Allamand, mientras cientos de personas oraban y prendían velas frente a la televisión estatal, ante la desaparición del animador Felipe Camiroaga y cuatro colaboradores.
«Lo veíamos todos los días», repitieron los presentes a los medios apostados en el lugar. Camiroaga, ex conductor del Festival de la Canción de Viña del Mar, dirigía un programa matinal para amas de casa.
La cantante mexicana Lucero, alguna vez pareja del animador, pidió rezar y tener esperanzas. «Felipe Camiroaga debe estar bien y luchando para regresar a salvo. Oremos», escribió en Twitter.
La tragedia, una de las mayores en la aeronaútica chilena en los últimos años, movilizó ya fragatas, aviones militares y embarcaciones civiles a la zona, distante 670 kilómetros de las costas chilenas.
Los buzos tácticos que se arrojaron en la noche al mar, en medio de olas de cuatro a cinco metros, lograron ya rescatar partes del avión, pero sin dar con tripulantes ni pasajeros.
«Encontraron la puerta del avión», declaró el comandante Otto Mrugalski, gobernador marítimo de Valparaíso, bajo cuya jurisdicción está el archipiélago.
El alcalde la localidad, Leopoldo González, describió el hallazgo de ropas, zapatos y partes del fuselaje. «El accidente es un hecho», confirmó antes que nadie.
El presidente Sebastián Piñera, tras confirmar que en la nave iban también dos funcionarios del Consejo Nacional de la Artes y la Cultura, admitió que la tragedia «es un golpe muy duro para el país».
Felipe Paredes, control de la torre del aeropuerto de Juan Fernández, reveló que la nave no pudo bajar a tierra por los fuertes vientos en la zona.
«Eran nuestros amigos», agregó llorando a la televisión estatal. «Recorrimos la pista mirando al mar, pero no los vimos», contó en sollozos.
«Luego de su segunda aproximación frustrada a tierra, la nave inició un viraje hacia la derecha y no fue vuelto a ver por ninguna de las dos personas en el aeródromo», confirmó el comandante Jorge Rojas.
Una de las últimas señales de los pasajeros la emitió vía Twitter el empresario Felipe Cubillos, impulsor de una iniciativa social para reconstruir el centro sur de Chile, asolado por un terremoto el 27 de febrero de 2010 que dejó pérdidas por 30.0000 millones.
«Viajando ahora a la isla de Juan Fernández con el apoyo de nuestra Fuerza Aérea. Seguimos trabajando en ayudar a la gente de la isla», narró en su cuenta @felipenavegante.
Cubillos, enfocado en reconstruir las escuelas del país, es hermano de la diputada Marcela Cubillos, pareja del ministro de Defensa. También es hijo del fallecido ex canciller chileno Hernán Cubillos (1978-1980).
Juan Fernandez, de sólo 600 habitantes, es un archipiélago compuesto por las ínsulas Robinson Crusoe, Alejandro Selkirk y Santa Clara, además de islotes menores.
Refugio de piratas, en este territorio el marinero escocés Alexander Selkirk fue abandonado por sus pares, historia que inspiró a Daniel Defoe a escribir «Robinson Crusoe», considerada la primera novela anglófona