Poco tiempo tardó en descubrir que su marido no se entendía a escondidas con otra mujer, porque la mujer era él
Barry y Anne se conocieron en 1995 y rápidamente empezaron a vivir en una casita de Yorkshire. En 2002 se casaron pero Barry Watson, conductor de autobús, no parecía feliz en las fotos de su boda y Anne se mostraba insatisfecha.
Según publica «Daily Mail», tempo después Anne abandonó el domicilio conyugal pensando que su marido la traicionaba pero poco tiempo tardó en descubrir que su marido no se entendía a escondidas con otra mujer, porque la mujer era él. O al menos; se sentía una mujer.
La mujer se sintó indignada y muy enfadada, además de totalmente engañada. Pero Barry consiguió tranquilizarla al narrarle el sufrimiento interno que padecía desde pequeño. Le contó que nunca había jugado a la pelota y que le encantaba ponerse los vestidos de su madre.
Barry le habló de sus dudas pero refrendó sus sentimientos acerca de Anne, tanto que su esposa aceptó a Barry como mujer, convencida de que el alma de su amado es la misma.
Para Jayne, el comportamiento de Anne es una enorme prueba de amor y significa ser aceptada en su esencia.
«Echo de menos a Barry pero hay aspectos de Jayne que estoy contento de conocer. Ahora hablamos de peinados, vestidos y maquillaje», dice Anne. «La gente piensa que esto es muy raro pero a mí lo que me importa es que Anne me ama por lo que soy», declara Jayne.
Ahora, nueve años después de su primera boda, Anne y Jayne han renovado sus votos matrimoniales y esta vez sí que parecen felices en las fotos.