Su último arresto se produjo la semana pasada en el metro de Plaza Elíptica
El titular del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid ha dictado una novedosa medida cautelar: ha prohibido a las integrantes del conocido clan de carteristas Las Bosnias acercarse a las estaciones de Metro.
Como explica F.J.B. en ‘El País’, esta medida, que ya ha sido adoptada por magistrados de Barcelona, se adopta ahora por primera vez en la capital después de que el grupo fuera desarticulado.
Se las considera las carteristas más activas y llevan más de 10 años dedicadas a cometer hurtos en las estaciones más frecuentadas por los turistas. Entre las cinco componentes de la banda suman más de 330 detenciones.
El último arresto de las carteristas ha sido obra de agentes de la Brigada Móvil de Madrid (dedicada a la vigilancia de trenes, metro y autobuses) y se produjo la semana pasada en el metro de Plaza Elíptica, tras varias horas de espera.
La Policía sólo espera ahora, que vuelvan a actuar lo que ocurrirá, según todos los indicios, antes d euna semana. Y vuelta a empezar.
MODUS OPERANDI E IMPUNIDAD
Esta banda de ladronas, que lleva delinquiendo en el suburbano más de 10 años, está perfectamente estructurada, con un claro reparto de funciones cuando cometían los hurtos.
Su líder, Raifa I., de 30 años de edad, es la más veterana del grupo y se encarga de coordinar los robos, distribuyendo al resto por «las zonas de trabajo» y «marcando» a las víctimas.
En un escalón inferior se encuentra Zahida I, de 36 años, dedicada exclusivamente a perpetrar las sustracciones gracias a su experiencia en «picar» carteras.
Por último, la función de distraer a la víctima o tapar la acción para que nadie se percate del robo, es realizada por las otras tres mujeres.
Método del tapón
El modo de actuar que utilizaban es siempre el mismo.
Las cinco mujeres se desplazan desde Leganés hasta las estaciones más frecuentadas de la ciudad, donde intentaban pasar desapercibidas simulando ser turistas.
Normalmente eligen los días en los que se celebran en el centro de la capital actos a los que suele acudir gran cantidad de personas, como partidos de fútbol, conciertos o manifestaciones.
Una vez que han seleccionado a su víctima, casi siempre cargada con maletas o mochila, ponen en práctica diferentes técnicas para cometer los hurtos.
Una de estas técnicas es la conocida como el «método del tapón». Aprovechan la subida o descenso de los viajeros de los vagones, al tiempo que varias de las arrestadas usan su propio cuerpo para propiciar una leve aglomeración de personas.
En ese momento, Zahida pone en práctica su habilidad y aprovecha la situación para apoderarse de los efectos de algún usuario del Metro.
En otras ocasiones, las detenidas se coordinan y cometen el robo cuando la víctima sube por las escaleras y, al cargar con el equipaje, si descuida sus pertenencias.
En todos los casos, y una vez con la cartera en su poder, una de ellas abandona el lugar rápidamente utilizando una chaqueta o periódico a modo de «muleta» para esconder el objeto sustraído.
Cuando se considera fuera de peligro coge el dinero y se deshace de la cartera, arrojándola a una papelera o por el hueco del ascensor. Finalmente, de forma inmediata, reparte el beneficio obtenido con el resto.