El actor español Willy Toledo (43 años), que ha superado ya su primer mes de estancia en el régimen comunista de Cuba, donde dijo que se iría a vivir, afirma respecto al ánimo de los ciudadanos de ese país:
«Creo que la gente está más contenta que la primera vez que vine porque tienen más posibilidades de depender de sí mismos económicamente».
Está satisfecho con la apertura económica, que permite la iniciativa privada:
«Sí, yo creo que ha cambiado mucho, la nueva apertura económica respecto a los negocios privados, que ahora te los encuentras por cualquier lado, desde el que arregla los móviles hasta pequeños paladares, incluso pequeños cuchitriles enanos donde solo hacen jugos», asegura en una entrevista concedida al diario Público y firmada por Fernando Ravsberg.
«NUNCA ME HA FALTADO DE NADA»
Respeto a lo que echa de menos de España, Willy Toledo declara:
«Extraño a mi gente y muchas comodidades, pues aquí por mucha plata que tengas al final no las encuentras. Es que es un país único en todos los sentidos. El hecho de tener dinero te abre ciertas puertas hacia cierto tipo de comodidades pero te puedes pasar días buscando una sartén y no la encuentras por mucho dinero que tengas».
«A mi eso no me molesta, estoy acostumbrado a vivir muy cómodamente porque mi familia han sido profesionales, burgueses y nunca me ha faltado de nada. Luego como actor he tenido la oportunidad de trabajar mucho y, por lo tanto, ganar mucho dinero, pero siempre me he acoplado muy bien a la falta de cosas».
«Mi casa ya las has visto, es totalmente austera, no necesito más. Tengo mi cama, mi cocina, mi baño, y mis libros, y con eso voy tirando. No echo de menos cosas materiales».
«A la gente sí. Y a mi ciudad. Yo he nacido y vivido en Madrid toda mi vida y le tengo mucho cariño a pesar de que se haya convertido en una ciudad bastante invivible en los últimos años. Eso sí que lo he notado mucho. La libertad de movimientos y de acción que hay en La Habana no la tenemos en Madrid».
ELOGIO DE LA SEGURIDAD EN LA CALLE
Con las mismas palabras de admiración que quienes añoraban la dictadura franquista, Willy Toledo elogia la seguridad en la calle que ofrece la dictadura cubana:
«Pues aquí he encontrado la cuidad más hermosa del mundo para pasear, la más segura de todas las que conozco con diferencia. Puedes entrar en Centrohabana en una calle oscura y pasear con absoluta tranquilidad. Veo que la calle es de la gente, mientras que en Madrid entras en un sitio y enseguida encuentras un cartel que dice: Prohibido jugar a la pelota, prohibido montar en bicicleta…».
Willy Toledo no hace alusión en su entrevista a la falta de libertad de opinión y asociación, a la falta de acceso con Internet al mundo o de movimientos y viajes al exterior de Cuba, donde están prohibidos, salvo solicitud y autorización expresa de las autoridades comunistas.