Tenían que citarse en una comisaría neoyorquina para entregar a su hijo cuando tocaba cambio de custodia
Un tipo de 35 años identificado como Dimitri Kanarikov lanzó este 22 de diciembre de 2013 a su hijo pequeño desde la azotea de un rascacielos de 52 pisos de la isla de Manhattan, en Nueva York.
Después, tras mirar abajo y ver la criatura había quedado en una azotea inferior, saltó él mismo y se suicidó.
El hombre estaba inmerso en una batalla legal por la custodia del menor con su mujer, de la que estaba separado, según recoge el diario ‘New York Daily News’ en su edición digital.
El suceso ocurrió en la torre Lincoln Square a las 12.05 horas del domingo, cuando el padre lanzó a su hijo, Kirill, vestido con un pijama navideño.
Tanto el cuerpo del niño como el del padre cayeron en azoteas de edificios cercanos. El niño fue trasladado aún con vida al Hospital St. Luke’s-Roosevelt, donde falleció finalmente.
El hombre, originario de Ucrania, escribió hace apenas tres meses en su cuenta de Facebook que aspiraba a ser un padre y marido ejemplar.
«Quiero ser el mejor padre y esposo. Ahora mismo no hay nada más importante para mí».
Su mujer, Svetlana Bujarina, reconocía entonces que tenía «el mejor marido y el mejor hijo del mundo», pero en los últimos meses la familia se distanció e incluso tenían que citarse en una comisaría neoyorquina para entregar a su hijo cuando tocaba cambio de custodia.
El domingo, el padre recogió a Kirill a las 10.00 horas en la comisaría y debía entregarlo de nuevo a las 13.00 horas.