Una niña marroquí de nueve años que había sido secuestrada hace siete meses en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ha sido liberada en un poblado amazónico de la provincia del Chapare, en Bolivia.
Como datalla Jorge A. Rodríguez en ‘El País’, la menor estaba en manos de un ciudadano boliviano, con el que los padres de la niña habían permitido que viajara al país andino en agosto pasado, supuestamente de vacaciones.
La niña ya se encuentra en Cochabamba y se espera que llegue este lunes a España, en compañía de los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que han sido fundamentales para localizarla y liberarla.
El supuesto captor boliviano está detenido. La niña está sana y salva.
La historia del secuestro es, como poco, extraña. Hace ahora siete meses, una pareja marroquí residente en L’Hospitalet acudió a los Mossos para denunciar la desaparición de su hija.
Contaron, según fuentes conocedoras del caso, que sabían que la pequeña se encontraba en Bolivia, en manos de un ciudadano de ese país, con el que habían trabado amistad en la localidad catalana.
Contaron que, debido a esa confianza, habían permitido que su hija se fuese de vacaciones a América en compañía del amigo. Y contaron que una vez pisada tierra boliviana, el contacto se pierde. Chapare, en el departamento de Cochabamba, es una de las zonas cocaleras más famosas de Bolivia.
El relato de los padres permite saber cómo la menor pudo salir legalmente de España, ya que una menor no acompañada de sus padres necesita, además del pasaporte, un permiso de la familia firmado en una comisaría o cuartelillo.
Los Mossos, al ver que el asunto excedía su competencia, pasaron el asunto a la Guardia Civil, que inició los trámites para la localización.
«La operación de rescate ha sido extremadamente dificultosa debido al entorno geográfico donde se ocultaba el secuestrador y la niña, zona selvática sin apenas comunicaciones terrestres y poblados de unas pocas chozas», escribe la Guardia Civil.
El instituto armado asegura que la colaboración del Ejército boliviano ha sido «fundamental» para la liberación de la menor en la selva, en una de las zonas más lluviosas de la tierra, hasta donde llegó un equipo de la UCO.