La noticia aparece en Bitácoras, la red social para bloggers. Y lo reproducimos aquí para poner en valor la tarea cotidiana de muchos bloggers españoles.
Este va de solidaridad y calidfad humana. Hace unos meses un policía de Nueva York sorprendía al mundo al regalar unas botas y calcetines nuevos a un mendigo a quien habían robado su calzado, ahora es un vídeo el que vuelve a demostrarnos que las reacciones del ser humano jamás dejarán de sorprendernos.
Hace unas semanas, un indigente de Nueva York quiso compartir cien dólares con otro mendigo al que acababa de ganar un pulso.
Hace pocos días, un sintecho británico que ofreció sus últimas tres libras a una joven estudiante para que pudiera volver a casa.
Hoy nos llega el vídeo subido a YouTube por Josh Paler Lin, un joven que se dedica a filmar todo tipo de situaciones en las calles.
En esta ocasión, decidió dar cien dólares a una persona sin hogar que estaba pidiendo limosna junto a una carretera. Su intención era seguir sus pasos grabar su reacción con una cámara oculta.
El resultado del experimento, tal y como confiesa el propio autor del vídeo, fue totalmente distinto al que esperaba.
Tal y como muestra la grabación, nada más recibir el dinero y agradecer la donación con un abrazo, el hombre encamina sus pasos hacia una licorería, de la que sale minutos después cargando una pesada bolsa.
Todo parece indicar que el indigente ha empleado los cien dólares en comprar alcohol.
Para comprobarlo, deciden seguirlo hasta un parque cercano frecuentado por otras personas sin hogar. Allí descubrieron algo que los dejaron con la boca abierta.
El protagonista de esta historia había gastado los cien dólares en comida que empezó a repartir entre el resto de indigentes que se encontraban en el parque.
Tras descubrir esta increíble muestra de solidaridad, el joven no pudo evitar acercarse al generoso indigente y, tras confesarle que estaba convencido de que iba a gastarse el dinero en bebida, ofrecerle otros cien dólares que este se resiste a aceptar.
De acuerdo con la web «myFOXla», el hombre le confesó que había tenido que dejar su trabajo para cuidar de sus padres enfermos.
Cuando estos fallecieron perdió su casa, por lo que llevaba cuatro meses viviendo en la calle.
Este episodio no solo ha servido para forjar una fuerte amistad entre el autor del vídeo y su protagonista, sino que además le ha enseñado la valiosa lección de que nunca se debe juzgar a las personas por la poca o mucha suerte que hayan tenido en la vida.