Sara Brautigam sabe lo que es estar al otro lado… demasiadas veces. Esta joven británica de 21 años ha sido declarada «clínicamente muerta» en 36 ocasiones, pero lo aún más sorprendente es que esos viajes hacia la infinita oscuridad se han producido en menos de un año.
El motivo detrás de este hecho singular es una extraña condición cardíaca llamada Síndrome de Taquicardia Ortostática Postural.
Esta anomía le lleva a experimentar rápidas palpitaciones que pueden causar que el corazón deje de palpitar y su presión sanguínea se desplome, convirtiéndola en una persona «clínicamente muerta», según recoge ‘Daily Mail‘.
«Antes de que me pasen estas cosas, siento que me mareo o que me encuentro muy cansada. Es como si me quedara dormida. Puedo escuchar lo que pasa a mi alrededor y quiero gritar, pero nunca consigo las fuerzas necesarias. Dicen que cuando mueres, la audición es lo último que pierdes y es exactamente lo que a mí me pasa».
CON DOLOR
Para «devolverla a la vida», los médicos deben inflingirle dolor de cualquier manera puesto que no pueden practicarle una reanimación hasta que su corazón se llene de sangre de nuevo, algo que puede tardar hasta media ahora.
Este débil estado de salud le impide hacer una vida normal y son recurrentes las visitas al hospital.
Pero Sara intenta siempre estar animada y, tras verse obligada a dejar de practicar el kayakismo, ahora ha empezado a dar de danza burlesque para llenar su corazón de ritmo.