Es todo un lío de familia, en el buen sentido de la palabra. Padre, hermano, madre, abuela… todo un galimatías que nace de la generosidad de Anne-Marie Casson, de 46 años, que decidió convertirse en la gestadora de un óvulo donado y fertilizado con el esperma de su hijo gay.
Según da cuenta ‘Mirror‘, Kyle Casson, de 27 años, llevaba queriendo ser padre desde hace tiempo, y su madre no dudó en ayudarle.
Según se hace eco ‘La información‘, el joven estaba desesperado después de haber sido rechazado por las clínicas de reproducción subrogada (conocido popularmente como «vientre de alquiler») de todo el país.
Después de que una familiar suya quedase descartada por una serie de dificultades médicas, Kyle pensó en su propia madre.
«La primera vez que Kyle acudió a mí y a mi marido pensé que podía hacerlo. Algunas personas, cuando lo descubrieron, dijeron ‘urgh’, pero es algo que ellos no lo entienden»,
cuenta Anne-Marie Casson.
SITUACIÓN LEGAL
Ahora ocho meses después de que naciera el pequeño Miles, un juez de familia de la corte suprema ha dictaminado que la situación es completamente legal, y que Kyle puede adoptar al bebé, su hijo pero legalmente también su hermano.
Anne-Marie explica que se sintió obligada a ayudar a su hijo cuando él le dijo que quería ser padre y entiende el rechazo que puede provocar, pero ella afirma que «el bebé no está biológicamente ligado a mí».
Caso polémico en Reino Unido
El caso de los Casson ha suscitado una gran polémica por sus particularidades. Kyle es el primer hombre soltero en el país que tiene un hijo a través del sistema de vientre de alquiler y la primera vez que se recurre a una madre como portadora.
El debate que se está desarrollando en la sociedad de Reino Unido ha derivado en calificar el caso como un acto de incesto, puesto que los participantes son consanguíneos.
En Twitter los comentarios relacionados con la historia hablan de «una salvajada» y de un acto «asqueroso y egoísta». Y otros aseguran que «no hay nada malo en ello».
«Entiendo que no todo el mundo estará de acuerdo, pero tengo un hijo y estoy muy feliz. Mientras la gente puede proporcionar un hogar no veo por qué alguien se le debe negar el derecho a ser padre».