A Callous Tatiana Kulikova, una joven paramédica rusa de 25 años, no se le ha ocurrido nada mejor que sacarse fotos con los pacientes moribundos que viajaban en su ambulancia, y ha sido despedida. Y por su fuera poco ha repartido las imágenes por las redes sociales como si tal cosa.
Según ‘Daily Mail‘, las selfies fueron tomadas en la parte trasera de la ambulancia. En una de las fotos, mientras el paciente parece inconsciente, Kulikov hace un gesto obsceno.
En otra, prácticamente en la misma situación, se la ve haciendo una V con los dedos. El paciente en cuestión había sufrido un ataque al corazón.
Acompañado a la foto, la joven rusa publicó el siguiente mensaje: «¡Como odio mi trabajo!».