Esta patología le hace la vida casi imposible, ya que tampoco puede ni abrazar a sus hijos en ambientes muy cálidos
Kerrie Armitage padece alergia a los besos su marido, y no es por asco. Y es que la británica sufre urticaria acuagénica, lo que le provoca reacciones en la piel al entrar en contacto con el agua, el sudor, la saliva, las lágrimas y otros líquidos, según cuenta ‘Mirror‘.
Esta patología le hace la vida casi imposible a Kerrie, ya que no puede ni abrazar a sus hijos en ambientes muy cálidos por riesgo a que aparezca el sudor. No sólo le aparecen ronchas en la piel, sino que además le produce picores y un fuerte dolor. Todo empezó cuando le salió su primera erupción después de que le cayera encima agua de una tormenta.
«Si los labios de mi pareja están húmedos, su saliva me hace reacción. Tiene que asegurarse de tenerlos secos»,
explica la mujer, quien reconoce que no poder besar a su pareja es lo que peor lleva.
CONDICIONES
Para poder besarle, necesita que la temperatura no sea muy alta y el ambiente esté seco, ya que así se minimiza las posibilidades de que le aparezcan ronchas:
«Si me da un beso, por ejemplo, en un día de calor, es posible que me aparezca una erupción, pero si el ambiente es fresco puede ser que no pase nada».
Este problema abarca aspectos muy cotidianos que le hacen tomar decisiones constantemente.
«Tengo que elegir entre hacer la colada o bañar a mis hijos. No puedo soportar el dolor en las manos si llevo a cabo ambas acciones»,
explica.
Además, ha tenido que aprender a controlar las ganas de llorar, debido a que las lágrimas también le provocan reacción.
Hasta ahora, sobrelleva la enfermedad mediante antihistamínicos, puesto que no se ha hallado un remedio todavía.