Eran las 8 de la tarde del miércoles 17 de junio de 2015 cuando Dylann Roof, de 21 años de edad, entró en la Iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel, ubicada en una calle principal del centro de Charleston, Carolina del Sur.
En el templo, uno de las más antiguos de la comunidad negra en EE UU, un grupo estaba en una sesión de estudio de la Biblia.
El joven permaneció sentado durante una hora escuchando varios pasajes y, de repente, se puso a disparar a diestro y siniestro:
«Estoy aquí para matar negros. Tengo que hacerlo. Violáis a nuestras mujeres y estáis tomando nuestro país. Y tenéis que iros»,
dijo antes de abrir fuego, según contó a la cadena televisiva NBC una prima del reverendo fallecido, que se basaba en el testimonio de un superviviente.
Murieron 9 personas, entre ellas un senador del estado. El joven vecino de Columbia le perdonó la vida a una:
«Para que cuentes lo que aquí has visto».
DETENIDO
El autor de esta masacre, calificada por las autoridades como «un crimen de odio», fue detenido 14 horas después merced a su tío, que lo denunció tras haberle reconoció en unas imágen captadas por unas cámaras de seguridad y dadas a conocer por varios medios.
«Cuando más lo miro, más convencido estoy de que es él», comentó luego Carson Cowles a la agencia Reuters.
Según Cowles, su sobrino recibió recientemente de manos de su padre, como regalo de cumpleaños, una pistola automática del calibre 45.
CARGÓ SU ARMA 5 VECES
Sylvia Johnson, prima del pastor de la iglesia, Clementa Pinckney, muerto en la masacre, dijo haber hablado con un superviviente y que este le comentó que el joven recargó su arma en cinco ocasiones durante el tiroteo.
