Es un suceso repugnante y totalmente reprobable. Un niño sirio que fue golpeado brutalmente por el propietario de un restaurante en Turquía… por vender pañuelos en su establecimiento.
Las imágenes del pequeño Ahmed Hamdo Abeyd con la nariz ensangrentada después de recibir una paliza en las calles de la ciudad de Izmir, al oeste de Turquía, han generado una reacción a nivel internacional a través de Internet, con mensajes de indignación por el maltrato, pero también con muestras de apoyo hacia el menor agredido, que es uno más de los millones de menores sirios que han visto su infancia truncada por la guerra que sufre su país.
«Solo estaba vendiendo pañuelos. Cuando estaba a punto de venderle un paquete a una señorita en el restaurante, me apartaron y me golpearon»
declaró Ahmed al medio local ‘Hürriyet Daily News’.
Apoyo de alto nivel
Después de que las fotos del pequeño golpeado se hicieran virales, la noticia llegó hasta el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, quien ha exigido al líder provincial del partido que localice al pequeño para poder pedirle perdón públicamente e intentar resarcir el daño causado, informó ‘Daily News‘.
a hotel invited the #Syrian #refugee boy who was beaten for selling tissues to have a holiday with his family #Turkey pic.twitter.com/F034hGPGE2
— ceylan ozbudak (@ceylanozbudak) julio 26, 2015
Otra muestra de solidaridad la tuvo un hotel de la ciudad, cuyos directivos invitaron al pequeño y a su familia a pasar un día en sus instalaciones.
Los internautas exigen a Turquía que «no se haga más daño a los niños refugiados» y hacen un llamado para que los responsables paguen por esta agresión que han catalogado de «xenófoba» y «repugnante».