Dos ladrones se disponían a robar a una joven en Brasil, lo que desconocían era que no se trataba de una mujer común y corriente, se trataba de una luchadora de artes marciales.
Dos asaltantes se acercaron a la campeona de cinturón azul Monique Bastos para quitarle el móvil, ella respondió tirando la moto en la que iban y le aplicó una llave de triángulo, lo que lo inmovilizó e hizo suplicar por ayuda. Su compinche se dio a la fuga con el teléfono de Bastos.
Decenas de personas se acercaron al lugar y tras saber lo que ocurría intentaron golpear e incluso linchar al ratero, pero la luchadora no lo permitió y en su lugar continuó estrangulándolo hasta que llegara la policía 15 minutos después.
¡Llama a la policía!», «¡Llama a la policía!», «¡Socorro!»; gritaba el ladrón mientras la joven mantenía su cabeza entre las piernas para inmovilizarlo.
«Iba hacia el gimnasio a entrenar cuando llegaron en la moto a quitarme el móvil, me di cuenta de que se trataba de un asalto y los tiré del vehículo. Logré agarrar a uno, pero el otro se dio a la fuga con mi teléfono»,
relató la fémina.