Lin, de 29 años, estaba cenando tranquilamente con su familia en un restaurante de la provincia china de Wenzhou.
En un momento dado se le ocurrió comentar con sus acompañantes que el camarero era un poco lento, crítica que llegó a oídos del aludido quien, ni corto ni perezoso, se fue a la cocina a por un barreño de agua hirviendo.
PALIZA INCLUIDA
El tal Zhu, de 17 años, y quien según algunos compañeros «tenía un día torcido», se acercó por la espalda con alevosía y premeditación y le roció encima el candente líquido.
La chica cayó al suelo, lugar en donde fue nuevamente atacada por el loco de turno, esta vez con tortas y patadas, hasta que logró ser reducido por un grupo de comensales.
La víctima tuvo que ser trasladada urgentemente a un hospital, donde se recupera de sus graves lesiones.
El agua hirviendo le quemó la cara y gran parte del cuerpo, como puede apreciarse en las fotografías que acompañan a estas líneas.