Casados en segundas nupcias, él con dos hijos y ella con un niño pequeño fruto de la nueva relación.
Es un matrimonio de la provincia de Shandong, en el este de China, que durante las últimas jornadas ha protagonizado un brutal e insólito suceso, tal y como da cuenta ‘People’s Daily Online‘: el marido le ha arrancado la nariz de cuajo de un mordisco, y luego se la ha tragado. Tal cual.
El iracundo de turno estaba ya enfadado con su dócil y trabajadora esposa, ya que prefería que cuidara de los retoños algo creciditos de su anterior relación, y vendiera al hijo de ambos de corta edad. Ella, lógicamente, se negaba en redondo.
LOS HECHOS
Pero el detonante de tamaño despropósito no fue este ‘detalle’, sino que cuando la mujer se encontraba haciendo horas extras en una fábrica, -a las dos de la mañana-, no se percató con lo atareada que estaba, de que sonaba repetidamente su móvil, con el mentado interlocutor al otro lado del ‘cable’ echando humo y con los ídem cruzados.
La señora Yang no se esperaba esa madrugada lo que iba a suceder al poco rato: el esposo entró en tromba y, apoyándola contra una pared, le mordió en dicho lugar con el apuntado y dramático resultado.
Traslada de urgencia a un hospital cercano, los médicos comprobaron cómo le faltaba hasta el tabique.
Afirman que necesitará varias operaciones de cirugía estética. El agresor ha sido detenido.