El insólito hecho ocurrió en Cheliábinsk, ciudad rusa famosa por la caída de meteoritos.
Tras una álgida discusión, el hombre intentó golpear a una abuela, que finalmente fue quien le propinó una paliza de cuidado.
La mujer no solo esquivó los puñetazos del iracundo de turno, sino que le lanzó varios de su propia cosecha que hicieron que el chulo cayera al suelo.
Una vez allí, fue arrastrado de una pierna, para completar la bochornosa escena…