Catrina Raiford, vecina de Tampa, Florida, ha perdido 230 kilos de peso. Y no ha sido nada fácil. Pesaba 430, y permaneció cinco años acostada en su hogar, hasta que por problemas respiratorios los médicos intervinieron.
Su dieta consistió en la ingesta de carne magra, frutas y vegetales. «Me siento mucho más feliz y más confiada», señaló Raiford quien ahora debe lidiar con un exceso de piel de 63 kilogramos.
«Quiero ser libre», añadió la mujer, quien durante años debió encerrarse en su habitación sin realizar una vida normal.
TODO UN DRAMA
Pero su historia es dramática. Desde pequeña, Catrina sufrió reiterados abusos sexuales, lo que según los especialistas de la época la volcaron a las golosinas y a los dulces. A los 12, su madre ya le preparaba ropa a medida y a los 14 pesaba más de 200 kilos.
Fue en ese momento cuando Catrina fue internada en un hospital psiquiátrico para que con ayuda profesional pudiera resolver sus severos traumas. Pero la niña no quería hablar de los abusos sufridos con nadie, y su drama se acentuó.
Junto a la dieta, Catrina encaró también una intensa actividad física. Pasa horas dentro de una piscina ejercitando su cuerpo y perdiendo calorías. Y también realiza caminatas intensas con el mismo propósito. Hoy es un poco más feliz.