Da pena verlo, y el vídeo se le atraganta a cualquiera, aunque no está de más verlo para ver cómo puede acabar uno por una simple patilla de éxtasis.
Es Jordy Hurdes, un australiano de 20 años, que aparece dando cuenta de su odisea, tras haber salvado la vida de milagro, aunque le han quedado una secuelas de espanto.
El joven acostumbraba al parecer a tomar este tipo de droga sintética, cuando salía de fiesta…
Tras una larga temporada en el hospital en un estado muy grave, Jordy decidió compartir en Facebook para todos sus amigos un vídeo de concienciación:
«No sabéis como esto ha afectado a mi familia y amigos. Por favor, decid no a las drogas. Hacedlo por mí. Los doctores no se explican cómo aún sigo vivo. No lo hagáis. Os quiero».