El hombre atacó salvajemente a su esposa en El Cairo, Egipto. Creyó que nadie se lo iba a impedir, pero la multitud intervino, salvó a la joven y empezó a golpearlo. Se cree que logró escapar con vida.
Los enfurecidos transeúntes le dieron con todo lo que pudieron, y le mandaron al hospital con graves heridas.