Las cámaras de seguridad de unos grandes almaneces rusos captaron la escena: un hombre de 54 años, que según la Policía estaba borracho, se apoya en el pasamanos de las escaleras automáticas y se precipita al vacío en una espantosa caída que le costó la vida.
Al caer golpea a un cliente de la zona, de 74, que afortunadamente tan solo resultó con heridas graves.